A diferencia de prácticamente todas las series de misterio actualmente en televisión, Poker Face comienza cada episodio revelando quién es el asesino. El juego no es quién lo hizo, sino cómo la heroína de la historia, Charlie Cale, lo desenmascarará.
Es un formato que popularizó Columbo. La serie de los años 70 —protagonizada por Peter Falk como un observador detective al que todos subestiman por su apariencia afable y despistada— es la principal fuente de inspiración de Poker Face, que fue creada por el cineasta Rian Johnson y la actriz Natasha Lyonne.
Lo divertido del formato es que realmente deja que la audiencia entre y participe en el viaje”, dice Lyonne. “La audiencia se siente cómoda, es un estilo de misterio que ha probado que supera la prueba del tiempo y a los espectadores les gusta ser parte del secreto”, señala.
En Poker Face, que acaba de estrenar su segunda temporada en Universal+, tras un aplaudido debut en 2023, Lyonne interpreta a Charlie, una trabajadora de un casino de Las Vegas con una inusual habilidad para detectar cuando alguien está mintiendo. Al transformarse en el blanco de la mafia, Charlie emprende su huida en un viaje a lo largo de Estados Unidos, donde se va topando en cada parada con algún crimen que debe resolver, muchas veces sin intención. El rol le dio a la actriz su quinta nominación al Emmy.
Johnson aplica en esta serie la misma mezcla de comedia y misterio clásico que usa en su exitosa saga de películas Entre navajas y secretos, que este año estrena su tercer filme. Y como trabajó codo a codo con él en la creación de Poker Face, Charlie es un personaje hecho a la medida de Lyonne, que antes ha aparecido en series como Orange is the New Black y Muñeca rusa (ambas en Netflix) y que se caracteriza por su humor ácido e irreverente, que mezclados con su voz rasposa y actitud desenfadada la han hecho una favorita del público.
“Ha sido un regalo muy grande”, comenta Lyonne sobre la serie. “Fue diseñada como un traje en el que dos personas se juntan y proponen una tela demente y deciden sumarle un montón de cosas locas. Ya nadie trabaja así“, asegura la actriz de 46 años. “Y cuando Rian me mandó ese hermoso guion... Una cosa es pensar en hacer algo con un amigo y otra es que realmente te cumplan. Él es un genio, muy divertido y un maestro de los puzles, así que esto ha ido mucho más lejos de lo que soñé que podía ser”.
Al igual que la primera temporada de Poker Face, este segundo ciclo tiene una gran lista de celebridades invitadas. El primer episodio tiene a la nominada al Oscar Cynthia Erivo (Wicked) interpretando a quintillizas, y también aparecen, a lo largo de los episodios, Rhea Perlman, Katie Holmes, los comediantes John Mulaney y Awkwafina, Haley Joel Osment, Giancarlo Esposito, Taylor Schilling, Justin Theorux y Melanie Lynskey, por mencionar solo algunos.
El formato de la serie también es entretenido porque le da a nuestra gran galería de actores invitados mucho material. No están ahí solo para servir a Charlie. De hecho, Charlie está ahí para servir a la historia. Son los invitados las estrellas de cada episodio”, explica Lyonne.
¿Es parte del atractivo para ella poder trabajar con tantos actores diferentes? “Siempre es divertido porque cada uno llega con su propio saco de papas y a veces vienen un poco asustados. Tienes que decirles que todo saldrá bien. A veces a mí también me lleva unos minutos meterme en los huesos de algo. También me resulta un poco aterrador cada semana, siempre es una aventura nueva, como tu primer día de colegio”, responde la actriz. “Pero me emociona mucho que toda este gente acuda a nuestro llamado, que traigan sus propias ideas”.
Romina Raglianti, El Mercurio/GDA