Atrás dejó la racha negativa de seis partidos sin ganar y con un Leonardo Fernández en gran nivel -dos goles y tres asistencias en los últimos cinco partidos- Peñarol empezó a inclinar la balanza a su favor.

Está claro que todavía le falta para alcanzar el nivel que seguramente busca Diego Aguirre, pero poco a poco fue cambiando el semblante y parte de eso es gracias a la actitud en el campo de juego.

El aurinegro le hizo frente a las bajas -que se siguen sumando como ocurrió con Juan Rodríguez- y distinto a lo que ocurrió en varios partidos del inicio de la temporada, le hizo frente a los momentos duros y en varias de esas ocasiones salió bien parado.

Foto: Leonardo Mainé.

Prueba de ello es que sumó cuatro victorias consecutivas por todas las competencias tras vencer a Danubio, Miramar Misiones y Wanderers por la Liga AUF Uruguaya y San Antonio por Copa Libertadores, lo que le permitió también conseguir dos victorias al hilo por primera vez en el año.

A su vez, dos de esas victorias -las últimas- se dieron desde atrás porque los goles de Martín Fernández y Bruno Veglio pusieron en desventaja al Mirasol frente a los Cebritas y ante el Bohemio, pero ambos encuentros terminaron con los tres puntos para Peñarol.

Foto: Leonardo Mainé.

Como si eso fuera poco, el último, además, lo dio vuelta con 10 jugadores por la expulsión a Jaime Báez y aunque también terminó con uno menos ante Danubio, en aquella ocasión Nahuel Herera fue expulsado a los 90’ y esta vez el extremo vio la roja a los 50’.

El fútbol también son estados de ánimos y el que hoy atraviesa Peñarol es bueno, le da confianza y le hace ver de forma más optimista lo que viene por delante, sobre todo teniendo en cuenta que lo inmediato es un partido clave por Copa Libertadores donde visitará a Olimpia de Paraguay este miércoles (19:00) buscando acomodarse en el Grupo H del certamen internacional.