"Emoción, compromiso, orgullo y gratitud": cuatro palabras de Orsi sobre su primer día como presidente

El mandatario, que a través de Mujica recibió un mensaje favorable de parte de Lula Da Silva, dedicó su segundo discurso como jefe de Estado a la celebración del bicentenario que se hará en este período, y para el que convocará "a todos los actores".

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Juramentaron juntos sus cargos para luego ir juntos al traspaso de banda en la Plaza Independencia.
Juramentaron juntos sus cargos para luego ir juntos al traspaso de banda en la Plaza Independencia.
Foto: Natalia Rovira

Redacción El País
El presidente Yamandú Orsi estaba pronto: lo que seguiría en esta larga jornada era subirse a un vehículo eléctrico para iniciar el tradicional recorrido hasta la Plaza Independencia, en donde se abrazaría con sus seguidores y militantes. Pero ahora se había formado una suerte de pausa involuntaria: esperaba a la vicepresidenta, Carolina Cosse, al borde de la escalinata que da hacia la avenida Libertador, para iniciar juntos el trayecto.

Se lo notaba impaciente. Comentó en voz alta “el silencio” que, según le pareció entonces percibir, de pronto cayó en el Palacio Legislativo, y definió en cuatro palabras lo que estaba sintiendo en ese preciso momento. “Emoción, compromiso, orgullo y gratitud...”, dijo ante la consulta de El País, y se frenó, casi pidiendo disculpas, porque no tenía más sustantivos que compartir.

Casi enseguida llegó Cosse, recién investida como presidenta del Senado y la Asamblea General, e iniciaron juntos el trayecto lento y de extensos saludos hasta llegar al escenario frente a la Torre Ejecutiva, donde fue recibido por el presidente Luis Lacalle Pou -quien para ese momento, en su celular, la aplicación que tenía activada desde que asumió su Presidencia hace exactamente cinco años para contar los días de su gobierno había llegado al número cero.

Comenzó entonces una nueva cadena de pasos protocolares, que culminaría con la entrega de la banda presidencial del mandatario saliente -que fue abucheado por los militantes enfervorecidos cada vez que su nombre fue pronunciado por los altoparlantes- al entrante, para explosión, aplausos y alegría del público presente.

Yamandú Orsi en su discurso en Plaza Independencia. Foto: Leonardo Mainé
Yamandú Orsi en su discurso en Plaza Independencia. Foto: Leonardo Mainé

Pero que también incluyó un segundo discurso de Orsi -bastante más breve que el que brindó ante la Asamblea General luego de juramentarse como mandatario-, de poco más de ocho minutos, en el que volvió a recordar los orígenes de Uruguay y la importancia del diálogo y el entendimiento colectivo para la construcción y desarrollo de la identidad nacional. Y en el que, además, volvió a resaltar la importancia de estar cumpliendo 40 años de democracia ininterrumpida, el período más largo de la historia del país.

Pidió en ese sentido recordar que, este año, inicia “un proceso de celebración del nacimiento” de Uruguay, que cumplirá dos siglos de historia de conflictos y desencuentros, y que eso debe ser conmemorado con el esfuerzo colectivo de “todos los actores de la política y la academia” que serán convocados en esta istración para tal fin.

Uruguay -continuó- en la nueva etapa que inicia con un nuevo gobierno del Frente Amplio debe “poner en valor lo que ha sido ese proceso”, y “repensar” los desafíos que se vienen para hacer frente a “un mundo tan impredecible”.

El común denominador de su política, adelantó, nuevamente, será el mantenimiento de la unidad. Por eso volvió sobre la necesidad de “agradecer al pueblo uruguayo” y a quienes lo “antecedieron” en la Presidencia, sin importar el signo político, y a “los partidos políticos del Uruguay que han sabido manejar y istrar las diferencias, los enfrentamientos y las discusiones, siempre cuidando ese frágil cristal que es nuestra democracia, nuestra república”.

Por lo demás, luego de agradecer a su esposa Laura Alonsopérez, a sus hijos Lucía y Victorio, y a su hermana María del Luján, reivindicó su condición de persona del “interior” y especialmente a su departamento, Canelones -lo que generó nuevos aplausos-, y envió entonces un saludo “a todos los rincones del país” y, en especial, “a ese interior profundo que a veces no parece que fuera tomado en cuenta”, e invitó a recorrer el Uruguay.

“El país -insistió, en un intento de resumir su cosmovisión- es uno solo y lo construimos entre todos y de manera equilibrada generando que cada rincón se sienta protagonista”.

Yamandú Orsi junto a su esposa y sus hijos. Foto: Ignacio Sánchez
Yamandú Orsi junto a su esposa y sus hijos. Foto: Ignacio Sánchez

El mensaje de Lula

El inicio de la jornada, en la sede del Poder Legislativo, fue, como suele ser, una instancia también cargada de momentos protocolares, pero de encuentros y diálogos de pasillo entre mandatarios y legisladores, o directamente entre jefes de Estado que tienen ocasión de intercambiar palabras.

Uno de los encuentros más relevantes, y que era esperado por el sistema político presente en el Palacio Legislativo, fue el del expresidente y líder del Movimiento de Participación Popular (MPP), José Mujica, y el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, con quien media una amistad personal, y con quien ya se ha visto cara a cara más de una vez en los últimos meses.

Lula había llegado tarde: ingresó al Parlamento después que lo hiciera Orsi, con el aplauso de los militantes que seguían la ceremonia de la Asamblea General a través de una pantalla ubicada en el Salón de los Pasos Perdidos.

Pero la reunión, que se había anunciado en la previa y que muchos creían que, por motivos de agenda, no tendría lugar, finalmente se hizo y fue transmitida en directo por Gustavo Salle, diputado del Partido Identidad Soberana que suele registrar todo lo que ocurre con su celular para divulgarlo en el acto a sus seguidores en las redes sociales.

El intercambio se dio después del discurso del presidente recién asumido y contó también con la presencia de la pareja de Mujica y exvicepresidenta, Lucía Topolansky.

Ignacio Lula Da Silva en el Palacio Legislativo. Foto: Natalia Rovira
Ignacio Lula Da Silva en el Palacio Legislativo. Foto: Natalia Rovira

El brasileño, en palabras en portugués que Salle transmitió por Facebook, dijo lo siguiente: “Voy a tratar a Yamandú con el mismo cariño y amistad que los dos teníamos, porque creo que es una pieza muy importante en la integración sudamericana”. Lula, mientras hablaba, apoyaba sus dos manos en la cabeza del expresidente uruguayo. “No me importa el tamaño de país. Me importa el carácter del presidente. Y él (Orsi) es una persona que merece mucho respeto”, agregó el brasileño.

La política exterior de Orsi, como ha comunicado tanto su asesor en esta materia, Álvaro Padrón, y el canciller Mario Lubetkin, en reiteradas declaraciones públicas, apuntará con centralidad a la relación bilateral con Brasil.

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