Proteger la salud del corazón es clave para una vida larga y activa. Uno de los principales riesgos es la aterosclerosis, una condición en la que las arterias se endurecen y estrechan por la acumulación de diversas sustancias, lo que puede afectar seriamente la circulación.
Las espinacas, un vegetal de hoja verde, son altamente valoradas no solo por su versatilidad en la cocina, sino también por sus propiedades que favorecen el funcionamiento del sistema cardiovascular.
Este alimento es especialmente rico en nitratos naturales, compuestos que el cuerpo convierte en óxido nítrico. Esta molécula es fundamental para la relajación de los vasos sanguíneos, lo que contribuye a mejorar el flujo sanguíneo.
De este modo, se reduce la presión arterial y se disminuye el riesgo de obstrucción de las arterias por acumulación de placa.
Además de los nitratos, las espinacas contienen antioxidantes como la luteína, que protege las paredes arteriales del daño oxidativo y ayuda a mantenerlas flexibles, evitando la inflamación crónica.
Su contenido de fibra soluble también juega un papel importante al ayudar a eliminar el exceso de colesterol LDL ("malo") del torrente sanguíneo, previniendo la aterosclerosis.
Un alimento que regula la presión arterial
Otro beneficio de las espinacas es su capacidad para regular la presión arterial, gracias al equilibrio entre potasio y sodio. El potasio presente en las espinacas contrarresta los efectos negativos del exceso de sodio en la dieta, ayudando a reducir la tensión en las paredes de los vasos sanguíneos.
Además, los nitratos mencionados anteriormente favorecen la vasodilatación, lo que facilita la circulación sanguínea y reduce la carga de trabajo del corazón.

De acuerdo con investigaciones publicadas en revistas especializadas en cardiología, el consumo frecuente de espinacas podría reducir hasta un 12 % el riesgo de hipertensión. Estos estudios también destacan que los péptidos bioactivos en las espinacas tienen un efecto similar al de algunos fármacos antihipertensivos, pero sin los efectos secundarios asociados.
Una fuente de hierro y energía natural
Las espinacas no solo son útiles para el corazón, sino también para otros aspectos de la salud. Son una excelente fuente de hierro, esencial para la producción de hemoglobina, la proteína encargada de transportar oxígeno en la sangre.
Aunque el hierro de las espinacas es no hemínico (de origen vegetal), su absorción mejora cuando se combina con alimentos ricos en vitamina C, como el jugo de limón o los pimientos. Esto ayuda a prevenir la fatiga y la anemia.
Además, las espinacas contienen magnesio, un mineral que interviene en más de 300 reacciones metabólicas en el cuerpo, incluyendo la generación de energía celular.
Para aquellos que siguen dietas vegetarianas, las espinacas se convierten en un ingrediente fundamental para cubrir las necesidades nutricionales sin necesidad de recurrir a productos de origen animal.
El Universal/GDA
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