El reloj marca las tres horas de la madrugada y el sueño se corta de golpe. La escena, repetida entre miles de personas, se convirtió en tendencia en Google y en tema de conversación en TikTok. La inquietud es común, pero no necesariamente mística. Según explicó una especialista de Nueva York, hay razones médicas que explican por qué tantas personas se despiertan a esa hora.
La doctora Ana Krieger, directora del Centro de Medicina del Sueño de Weill Cornell Medicine y del hospital New York-Presbyterian, señaló que el fenómeno puede tener varias causas: desde hábitos inadecuados hasta cuadros de ansiedad, e incluso trastornos respiratorios no diagnosticados.“Muchas veces, se trata simplemente de rutinas poco saludables antes de dormir o de factores emocionales que se filtran durante el descanso”, dijo.
Krieger afirmó que no alcanza con quedarse dormido con facilidad si luego el descanso no se mantiene. “A veces pasamos por alto la importancia de tener buenas rutinas antes de dormir”, explicó. Aunque muchas personas concilian el sueño rápidamente, lo pierden durante la madrugada. Entre los factores que pueden provocar interrupciones, la experta mencionó:
- Uso de pantallas poco antes de dormir.
- Consumo de cafeína después del mediodía.
- Ingesta de alcohol.
- Temperatura, ruido o iluminación inadecuados en el dormitorio
Además, condiciones como apnea del sueño, síndrome de piernas inquietas o insomnio pueden causar despertares frecuentes. En estos casos, recomendó consultar a un especialista.
El primer paso para no despertar a mitad de la noche es construir una rutina nocturna constante y relajante. Krieger aconsejó dejar de lado los dispositivos electrónicos al menos media hora antes de acostarse, evitar comidas pesadas y preparar un ambiente oscuro, silencioso y fresco.
También recomendó evitar la cafeína después del mediodía. “Preparar el cuerpo y la mente para dormir con calma aumenta las probabilidades de tener un sueño continuo y reparador”, explicó.

La médica fue clara sobre qué no hacer en ese momento. “Si la persona enciende el celular, mira la hora, prende la luz o empieza a leer algo interesante, refuerza un patrón que puede volverse insomnio crónico”, advirtió. Estas acciones, aunque parezcan inofensivas, le indican al cerebro que es momento de estar activo, lo que dificulta aún más la conciliación del sueño.
En lugar de eso, propuso mantener la calma y crear un entorno que favorezca el descanso. Una de las recomendaciones más efectivas, según explicó, es practicar ejercicios de relajación que ayuden a bajar el ritmo del cuerpo y la mente. Entre ellos, destacó la técnica de respiración 4-7-8, ideal para cuando el sueño se interrumpe de madrugada. Esta técnica consiste en inhalar profundamente durante cuatro segundos, retener el aire durante siete segundos y luego exhalar lentamente durante ocho segundos.
“Intentá no hacer nada. No luches con la idea de estar despierto. Cuanto más te preocupás por dormir, peor duermes”, resumió. Según la especialista, aceptar el momento sin frustración es clave para evitar que una interrupción puntual se convierta en un problema repetitivo.
Si las interrupciones del sueño se vuelven frecuentes, Krieger recomendó consultar a un profesional. Trastornos como la apnea o el insomnio requieren tratamiento médico. Muchos pacientes, afirmó, no saben que tienen una condición que afecta el sueño hasta que buscan ayuda especializada.
La Nación/GDA