Secretos, teatro y raviolada: un tour de "Esperando la carroza" convierte a Montevideo en una escena de película

Un tour único por el Centro y Ciudad Vieja para revivir escenas, diálogos y personajes de culto, entre anécdotas, teatro callejero y ravioles, a 40 años del estreno de esta joya del cine rioplatense.

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Grupo de personas y actores durante el caminatour de "Esperando la carroza", organizado por Peatonal Tours.
Grupo de personas y actores durante el caminatour de "Esperando la carroza", organizado por Peatonal Tours.
Foto: Rosana Decima

Son las once de la mañana de un sábado de mayo en la explanada del Teatro Solís y algo insólito ocurre. Una anciana canosa, con pañuelo en la cabeza, chal y cartera, interrumpe a los presentes con preguntas disparatadas: “¿Este ómnibus me deja cerca de lo de Emilia?”, “¿Sos vos, Felipe?”. Algunos sonríen, otros se miran cómplices: saben que no son frases descolgadas.

De fondo suena "Barrilito de cerveza", esta típica polca cuyo nombre puede no decirnos nada, pero al oírla nos coloca de lleno en las memorables escenas de Esperando la carroza, ese clásico del cine rioplatense que está cumpliendo 40 años y no pierde vigencia.

La doña en cuestión —una actriz que encarna a Mamá Cora, el personaje entrañable que Antonio Gasalla inmortalizó— insiste: “¿No comen ravioles?”. Así arranca el caminatour organizado por Peatonal Tours, una experiencia que mezcla teatro callejero, anécdotas y raviolada —esa que nunca llegó a servirse en la película— para homenajear a esta joya del cine, escrita por el uruguayo Jacobo Langsner y con la magistral actuación de China Zorrilla.

No es solo un paseo. Es un regalo para los fanáticos del film —que incluso tienen nombre: "los carroceros"—, esos que se saben los diálogos de memoria, que la ven una y mil veces y se ríen como si fuera la primera vez. Porque Esperando la carroza tiene esa magia única que la convierte en ritual: no envejece, y cada vez que se la mira, se disfruta un poco más.

El tour tuvo tres ediciones en mayo y las próximas son el domingo 8 y el 29 de junio a las 11:00 horas. Las entradas están agotadas, pero hay buenas noticias: pronto se anunciarán nuevas fechas. La experiencia cuesta $1.200 e incluye teatro, historias y, por supuesto, ravioles. Para enterarse, hay que seguirlos en Instagram: @peatonaltours.

Tour carrocero entre cuentos y acting

Las actrices en el tour interpretando los roles que en "Esperando la carroza" hacían Gasalla, China Zorrilla y Mónica Villa.
Las actrices en el tour interpretando los roles que en "Esperando la carroza" hacían Gasalla, China Zorrilla y Mónica Villa.
Foto: Rosana Decima

El guía, bolso en mano con la cara de China Zorrilla y la frase “yo hago puchero, ella hace puchero”, da contexto a los participantes desde el arranque: repasa el origen teatral de la obra, su estreno en 1962 con elenco de la Comedia Nacional, el salto al cine cuatro décadas atrás, el culto popular que la rodea y el rol clave de los uruguayos en la historia.

La primera parada, frente al Solís, recuerda que allí se presentó una nueva versión con Petru Valensky muy bien elegido para interpretar a Mamá Cora, 60 años después del estreno original en la Sala Verdi.

Luego, el grupo camina hacia Cinemateca, donde el guía revela, entre otros datos de color, que al director Alejandro Doria no lo convencía China para el papel de Elvira, pero, por fortuna, Langsner logró hacerlo cambiar de opinión. En ese instante, dos actrices irrumpen a los gritos en la piel de Elvira y Susana —el personaje de Mónica Villa—, y se roban carcajadas y comentarios del público, que reconoce de inmediato la escena.

Eso sí, cuando el guía pregunta si alguien se anima a recitar algún parlamento, nadie pasa al frente, aunque varios susurran frases grabadas a fuego en la memoria popular: “¡Pero respira!”, “tres empanadas”, “no tenía cara de mayonesa”. Y la lista es infinita.

Al frenar en la Sala Verdi, el guía recuerda que fue el lugar donde sucedió el estreno teatral que pasó totalmente desapercibido y donde, años después, un espectador murió de un infarto tras reírse a carcajadas en una función de China Zorrilla.

A medida que avanza el recorrido, los actores sorprenden al interpretar escenas icónicas de la película en plena calle. Camino a la EMAD, una mujer detiene su auto para no perderse el despliegue del actor que encarna a Antonio —el personaje de Luis Brandoni—, que grita: “¡Tres empanadas, qué miseria!”. Hay risas, aplausos y varias fotos.

Una raviolada como broche de oro

La actriz que interpreta a Mamá Cora en Montevideo al Sur, el bar donde culmina el caminatour de "Esperando la carroza".
La actriz que interpreta a Mamá Cora en Montevideo al Sur, el bar donde culmina el caminatour de "Esperando la carroza".
Foto: Rosana Decima

La interacción está a la orden del día en este paseo, que incluye una divertida participación del público. Junto al grupo teatral, se recrea la inolvidable escena final de la película: la caminata hacia el velorio de la húngara, con la inconfundible melodía de "Barrilito de cerveza" de fondo, y hasta un corte de calles para hacerlo completo, como este clásico que marcó generaciones se merece.

El cierre es en clave gastronómica: una raviolada compartida en una larga mesa entre fanáticos, con vino de por medio, para disfrutar esa pasta que en Esperando la carroza no pudieron comer. La charla gira en torno a escenas memorables o personajes entrañables que, aunque hayan tenido un papel mínimo, todos lograron descollar.

Las risas brotan inevitablemente entre los carroceros y se convierten en el broche de oro de una experiencia entrañable, que deja el deseo unánime de volver a ver Esperando la carroza... y disfrutarla incluso más que la primera vez.

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