La cineasta uruguaya Lucía Garibaldi, quien en 2019 fue premiada en Sundance por su ópera prima Los Tiburones, se estrenó este jueves en el festival neoyorquino de Tribeca, con la película Un futuro brillante, que a través de la ciencia ficción hace un canto a la vida en libertad y a decidir por uno mismo.
Un futuro brillante sitúa al espectador en un futuro distópico en el que el cambio climático ha dividido un país sin nombre en dos zonas: el Norte, que no está contaminado y al que solo pueden acceder unos privilegiados, y el Sur, en el que animales como los perros están extintos y las hormigas son un peligro para la sociedad.
Elisa, la protagonista, interpretada por Martina eggi —que debuta en cine— es elegida como una de las candidatas para trasladarse a trabajar al Norte, donde ya reside su hermana Amanda. Una vez allí, nadie puede regresar de ese Norte, donde una multitud de jóvenes "reescriben la historia sin errores", como describe la productora de la película, y dedican su vida a trabajar, por lo que Elisa comienza a cuestionarse si ese es verdaderamente su deseo.
"Mi anhelo no era hacer algo muy original, sino contar una historia por la libertad y por el tomar decisiones por uno mismo", expresó a Efe la directora antes de la premiere del filme.
Garibaldi contó que la idea de la película surgió, en parte, por la pandemia del Covid-19, un momento en el que comenzó a reflexionar sobre la existencia, la productividad, el sentido de la vida y el capitalismo.
La directora habló de la necesidad irracional del ser humano de "sacarle provecho" a todo: "Yo misma me sentí dentro de esa vorágine de la vida y me vi teniendo dificultades para conectar con la existencia", reflexionó desde su habitación de hotel.
Así surgió el personaje de Elisa, que se resiste a separarse de sus seres queridos y rechaza la idea de que la vida esté pensada para trabajar, como dice en uno de sus diálogos.
El proceso de darle vida fue algo natural, no una "construcción" como tal, según dijo a Efe Martina eggi, que se adentra en el mundo del cine por primera vez con esta película.
"Ensayábamos casi todos los días y después tenía tiempo para andar por la vida, para vagar y perder el tiempo. Siento que fue una masa madre que se empezó a tejer", apuntó la novel actriz. Además, dijo sentirse identificada "cada día más" con Elisa y su afán por escuchar su propia voz "y seguir": "Es un camino muy solitario en el que te sientes incomprendida".

Otra de las "semillas" que hizo crecer Un futuro brillante fue el concepto de la juventud y la "delirante lucha contra el tiempo": "Ese es el bien más preciado, ¿no?", se preguntó Garibaldi en la entrevista, e hizo referencia a las operaciones estéticas cuyo objetivo es mantener a toda costa el aspecto juvenil.
En la historia de Un futuro brillante, todos los candidatos para ir al Norte son gente muy joven —Elisa tiene 18 años, por ejemplo— a la que se evalúa de cerca su coeficiente intelectual con diversas pruebas: "El mundo quiere esa juventud. La lógica de este mundo se fue armando a partir de esta idea", indicó Garibaldi.
Todas estas reflexiones se enmarcan en un futuro distópico del que también forman parte los actores Soledad Pelayo, Sofía Gala Castiglione y Alfonso Tort. La película aún no tiene fecha de estreno en Uruguay.
Alicia Sánchez Gómez, EFE

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