Elecciones departamentales 2025: uno a uno, los candidatos favoritos y los que pueden dar el batacazo

Desde las disputas más reñidas hasta los favoritismos más claros, aquí un repaso de lo que se puede esperar de la jornada que marcará el fin del largo ciclo electoral.

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Congreso de intendentes.
Congreso de intendentes.
Foto: Fernando Ponzetto.

El próximo domingo 11 de mayo llegará a su fin el largo ciclo electoral uruguayo, con la realización de las elecciones departamentales y municipales. Tras una campaña que muchos han tildado de cansina y de escaso fervor —sobre todo en la capital, pero no solo—, y que apenas ha levantado temperatura en la recta final, el voto ciudadano definirá quién quedará al mando en las 19 intendencias, así como en las 136 alcaldías a lo largo y ancho del país.

El grado de competencia en cada uno de los departamentos, como suele ocurrir, no es homogéneo.

Están aquellos en los que ya puede pronosticarse con casi total certeza el partido y el candidato ganador (Montevideo, Canelones, Rivera, Maldonado). Están, por otro lado, los departamentos en los que es prácticamente segura la victoria del Partido Nacional, aunque con cierto grado de incertidumbre en la competencia interna (Cerro Largo, Treinta y Tres, Colonia, Tacuarembó, Flores). Luego están los departamentos con un favoritismo para el Partido Nacional, pero en los que la izquierda no pierde la esperanza de encontrar algún batacazo (Lavalleja, Durazno, Artigas, Soriano, Florida y San José). Y están aquellos en los que la disputa, al menos en un principio, se presentaba como más pareja, más allá de favoritismos hacia un lado o hacia el otro (Rocha, Salto, Río Negro y Paysandú).

Actualmente, el Partido Nacional gobierna en 15 intendencias, el Frente Amplio en tres (Montevideo, Canelones y Salto) y el Partido Colorado en una (Rivera). El escenario base más probable —sobre el que se para la mayoría de los dirigentes políticos y analistas— es que la coalición (con el liderazgo del Partido Nacional) le “robe” Salto al Frente Amplio, y que la izquierda le arrebate a los blancos el departamento de Río Negro.

Pero tampoco pueden descartarse algunas sorpresas.

En un escalón más abajo aparecen otros departamentos gobernados por el Partido Nacional y en los que, como se dijo, el Frente Amplio confía en poder encontrar algún batacazo: estos incluyen Lavalleja, Durazno, Florida, Soriano, San José y Artigas, aunque en ellos, más allá de matices, el favoritismo nacionalista es más pronunciado.

En el Frente Amplio estiman que si además de Montevideo, Canelones y Río Negro suman un cuarto departamento ya sería una “buena elección”, aunque en ese caso sería el gobierno nacional de izquierda con menor control de departamentos. En 2005 el Frente ganó en ocho departamentos, en 2010 ganó en cinco, mientras que en 2015 ganó en seis.

En la izquierda hay quienes consideran que un inicio de gobierno más vertiginoso y activo podría haber dejado a la fuerza política más cerca de obtener victorias importantes en el último tirón electoral, pero en definitiva las expectativas previas son moderadas, incluso en lo más alto de la Torre Ejecutiva.

En el Partido Nacional, mientras tanto, la mayoría de los dirigentes entiende que un escenario de derrota en Río Negro y victoria en Salto sería un “avance” respecto al escenario actual, aunque son conscientes de que hay varios departamentos —algunos de ellos históricamente blancos— en los que, sin dejar de ser favoritos, la izquierda les hará competencia, por lo que la estrategia allí es de“contención”.

Entre los blancos también tienen la mira puesta en varios departamentos en los que la disputa es interna. Algunas de ellas se concentran entre Aire Fresco y Alianza País, reeditando así la competencia que se dio en la elección nacional por la hegemonía del partido.

El Partido Colorado, hegemónico en Rivera, no renuncia a la expectativa de imponerse también en Salto a través de la Coalición Republicana, aunque corre de atrás a sus socios del Partido Nacional.

Pero cada departamento tiene su propia historia. A continuación, tan solo una aproximación a lo que está en juego y lo que puede ocurrir el próximo domingo.

El uno por uno

En las elecciones de 2020, que debieron ser prorrogadas por la pandemia y se desarrollaron en un contexto de luna de miel del gobierno de coalición liderado por Luis Lacalle Pou, el Partido Nacional le arrebató al Frente Amplio tres intendencias: Paysandú, Río Negro y Rocha. El resto del mapa se mantuvo incambiado.

De esos departamentos que cambiaron de signo político cinco años atrás, Río Negro es en el que el Frente Amplio tiene mayores chances de ganar, por varias razones. Para empezar, el intendente electo en 2020, Omar Lafluf, no tuvo una gestión popular y decidió no postularse a la reelección. En 2024 no resultó electo diputado por el departamento (perdió con su correligionaria Mercedes Long), y seis de cada diez votantes de Río Negro desaprueban la gestión departamental, según la consultora Ágora. Una amplísima mayoría, según los estudios de opinión pública, opina que el departamento está estancado o retrocediendo.

La principal candidatura del Partido Nacional es justamente la de Long, exalcaldesa de Young, pero los blancos están unos diez puntos por debajo del Frente Amplio en intención de voto, según las mediciones de Ágora. Por la izquierda se postula el exintendente Oscar Terzaghi (2015-2020) pero no es él el favorito, sino Guillermo Levratto, un arquitecto que fue secretario general de la intendencia e intendente interino, y cuenta con el apoyo del MPP, el Partido Comunista y el Partido Socialista.

En Rocha y Paysandú, los otros dos departamentos “conquistados” por los blancos en 2020, los ganadores de esa instancia (Alejo Umpiérrez y Nicolás Olivera, respectivamente) sí se postulan a la reelección y parten con cierto grado de favoritismo.

En Paysandú se da un caso atípico para lo que venía siendo la tendencia en el departamento. Si no hay sorpresas, podría darse un escenario inédito en los últimos 30 años: la reelección del intendente, algo que no ocurre desde 1995 con la reelección de Jorge Larrañaga. Y sería la primera vez desde el 2000 que la intendencia no cambia de color. Desde entonces, cada cinco años hubo una alternancia de poder entre el Partido Nacional (victorioso en 2000, 2010 y 2020) y el Frente Amplio (que triunfó en 2005 y 2015).

La gestión de Nicolás Olivera tiene una aprobación, según Ágora, de algo más del 50% y una desaprobación de 21%. A diferencia de su vecino Río Negro, casi la mitad de los sanduceros opinan que el departamento está avanzando, según la consultora. El Partido Nacional, de acuerdo a la medición de Ágora, tiene un 49% de intención de voto frente al 39% del Frente Amplio. Olivera tiene una amplia ventaja en la interna frente a Jorge Larrañaga Vidal (hijo del último intendente reelecto), mientras que en la izquierda el exintendente Guillermo Caraballo aparece un poco rezagado en la interna frente a su exsecretario general, Mario Díaz.

En Rocha la competencia está un poco más apretada. El nacionalista Alejo Umpiérrez mantiene un leve favoritismo, pero lo sigue de atrás el frenteamplista Aníbal Pereyra, que gobernó el departamento entre 2015 y 2020 y perdió la elección con Umpiérrez.

Saliendo de los tres departamentos que viraron en el ciclo electoral anterior, el otro caso de paridad es el de Salto, hoy en día dominado por el Frente Amplio, aunque allí la oposición parece haber aprendido la lección y esta vez concurre bajo un mismo lema (la Coalición Republicana). Las mediciones que se han hecho públicas —así como otras que circulan entre los dirigentes partidarios— muestran cierta ventaja para la oposición departamental, con el nacionalista Carlos Albisu algo mejor posicionado que el colorado Marcelo Malaquina. Por el Frente Amplio compiten Álvaro Lima (hermano del intendente Andrés Lima, que hoy preside el Mevir) y Ramón Fonticiella (intendente entre 2005 y 2010, en la primera gestión frenteamplista).

Otras competencias

Después existe otro grupo de departamentos en los que el Partido Nacional mantiene un favoritismo histórico, pero en los que por una u otra razón el Frente Amplio no da por perdida la batalla. De este grupo, que incluye departamentos como Artigas, Durazno, Florida, Lavalleja, San José y Soriano, en la izquierda hay dirigentes que confían en que puede haber “al menos un batacazo” que destrone a los blancos del poder. Tampoco entre ellos son iguales las circunstancias.

Dos Santos y Soravilla en campaña en Artigas.
Dos Santos y Soravilla en campaña en Artigas.
Foto: captura de video.

Artigas y Soriano son dos departamentos en los que la gestión oficialista ha estado envuelta en polémicas por irregularidades. En el departamento del norte, la exdiputada Valentina Dos Santos no pudo ser candidata tras una condena de la Justicia por el caso de las horas extras (ya que el Partido Nacional resolvió inhabilitarla), pero es la principal cara detrás de la candidatura de Emiliano Soravilla, gran favorito para ganar la elección. En el departamento consideran “muy difícil” que el Frente Amplio logre desbancar a los nacionalistas, como ocurrió en el período 2010-2015, y señalan que el apoyo a la “gestión Dos Santos” es importante.

En Soriano, por su parte, el favorito Guillermo Besozzi —candidato a la reelección que lo llevaría a su cuarto período como intendente— fue imputado con prisión preventiva, en una polémica decisión que, para algunos, solo ha acrecentado su base de apoyo, mientras que, para otros, podría erosionar el capital político del oficialismo.

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Guillermo Besozzi recibió una marcha en su apoyo en su chacra cerca de Mercedes, Soriano. Foto: Ignacio Sánchez
Ignacio Sánchez

Un departamento en el que la izquierda fue ganando cada vez más expectativa es Lavalleja, bastión nacionalista que tiene entre sus competidores a Mario García, quien va por la reelección. Algunas mediciones han mostrado una distancia cercana entre el Partido Nacional y el Frente Amplio, que tiene como principal candidato y retador al médico Daniel Ximénez. Los propios blancos reconocen que las luchas intestinas entre García, Carol Aviaga (que también compite) y la exintendenta Adriana Peña han generado un desgaste en la gestión y la conexión con el electorado, aunque confían en que ni siquiera eso sea suficiente para permitir la primera victoria frenteamplista en esas tierras. En octubre de 2024 la distancia a favor de los blancos fue de 700 votos.

Durazno, Florida y San José son otros departamentos en los que los dirigentes del Partido Nacional reconocen que existe un acortamiento de la brecha con el Frente Amplio —fuerza más votada en esos lugares en octubre—, aunque también allí confían en que seguirá predominando la divisa blanca en lo departamental.

En Florida y San José el favoritismo es para dirigentes de Aire Fresco que ya han sido intendentes: en el primero, Carlos “Pájaro” Enciso, dos veces intendente y que retorna tras cinco años como embajador en Argentina; en el segundo, Ana Bentaberri, que va por la reelección.

Durazno, por su parte, es uno de los departamentos en los que la competencia interna entre los blancos es más pareja. Con la salida de escena de Carmelo Vidalín (cuatro veces intendente), el liderazgo de la intendencia se disputa entre el candidato del “vidalinismo” y Aire Fresco, Domingo Rielli —exrival de Vidalín en la interna pero luego suplente suyo en la Intendencia e intendente interino—, y Felipe Algorta —exdirector de UTE y exdiputado— del Espacio 40 y Alianza País, en representación de los “cuarentones”, que plantean una alternativa a la gestión de los últimos lustros. Vidalín y su grupo, de todas formas, apoyan las dos candidaturas.

Los blancos estiman que esa interna competitiva debería ahuyentar cualquier fantasma de un acercamiento frenteamplista, que de todas formas busca dar pelea y tiene como principal candidato a Mauricio Bertalmío, un médico impulsado por sectores como el MPP y el Partido Comunista.

Entre blancos

Las internillas blancas no se agotan allí. En Flores se da otra disputa entre el candidato de Aire Fresco, el exintendente Armando Castaingdebat, y Alianza País, que compite con Diego Irazábal.

En Colonia se dará la primera elección sin Carlos Moreira ni Walter Zimmer desde 1994. Lo curioso es que los dos dirigentes, de duros enfrentamientos, apoyan al mismo candidato: el moreirista Guillermo Rodríguez, que fue secretario general en la última gestión. La retadora es María de Lima, excoordinadora de Descentralización de OPP, impulsada por Alianza País. Por el Frente Amplio, el principal postulante es el senador del MPP Nicolás Viera, que aspira a ser el candidato más votado.

En Maldonado, que vivirá su primera elección sin Enrique Antía desde el año 2000, el legado del caudillo está representado por Miguel Abella, quien fue su director de Recursos Humanos y es amplio favorito para sucederlo en el cargo. En frente está el herrerista Rodrigo Blas, quien ya le había competido a Antía.

Por último están los restantes candidatos a la reelección y sus desafiantes. En Cerro Largo, donde el predominio nacionalista está fuera de discusión, el debate es quién ostenta el legado botanista. Ya en 2020 José Yurramendi se impuso ante Pablo Duarte, que aparecía como el más oficialista. Ahora a Yurramendi le compite Christian Morel, exalcalde de Río Branco. En Tacuarembó, el intendente Wilson Ezquerra va por su cuarto mandato, compitiendo con Jhon Duhalde. En San José, Bentaberri compite con Ruben Bacigalupe, mientras que en Treinta y Tres la elección se dirime entre el favorito Mario Silvera y Ramón Da Silva.

Tres bastiones

Por último, existen tres bastiones en los que el Partido Nacional no ha logrado hacer mella, y en los que la elección está casi cerrada no solo a nivel de lemas sino también en el nombre del candidato favorito. Es el caso de Montevideo y Canelones, dos departamentos de hegemonía frenteamplista, y de Rivera, último reducto de supremacía colorada.

Schelotto, Piñeiro y Bergara: los candidatos a la IM por el Frente Amplio
Schelotto, Piñeiro y Bergara: los candidatos a la IM por el Frente Amplio.
Foto: Frente Amplio

En el área metropolitana la oposición resolvió ir unida contra la izquierda a través del lema Coalición Republicana, pero no parece correr con chances de alterar el resultado de las últimas décadas. En Montevideo Mario Bergara se perfila como el próximo intendente (lo que implicaría la octava victoria consecutiva del FA en la capital) y Francisco Legnani tiene todo para ganar en Canelones (es candidato único del FA, que va por su quinta victoria al hilo). En Rivera el claro favorito es Richard Sander, quien va por la reelección tras gestionar el departamento en el período 2020-2025.

Nombres

Reelecciones, regresos y los que buscan seguir la tradición familiar

Las elecciones por las 19 intendencias presentan un menú de nombres de lo más variado. Entre otros, se destacan nueve intendentes que van por la reelección inmediata, ocho exintendentes que pretenden retornar al lugar que alguna vez supieron ocupar, y cuatro hijos de exintendentes que aspiran a seguir la tradición familiar.

En Paysandú, por ejemplo, compite un intendente que va por la reelección (el blanco Nicolás Olivera), con un exintendente (el frenteamplista Guillermo Caraballo) y con el hijo de un exintendente (el blanco Jorge Larrañaga Vidal). En Florida, los exintendentes Carlos Enciso (del Partido Nacional) Juan Francisco Giachetto (del Frente Amplio) y con el colorado Juan Amaro(hijo del exintendente Juan Justo Amaro).

Además de Paysandú, los intendentes que van por la reelección inmediata son José Yurramendi (CerroLargo), Mario García (Lavalleja), Alejo Umpiérrez (Rocha), Guillermo Besozzi (Soriano), Ana Bentaberri (San José), Mario Silvera (Treinta y Tres) y Wilson Ezquerra (Tacuarembó), por el Partido Nacional, y Richard Sander (Rivera) por el Partido Colorado.

Los otros exintendentes que compiten por el ”retorno” (sumados a Enciso, Giachetto y Caraballo) son los frenteamplistas Óscar De los Santos, Óscar Terzaghi, Aníbal Pereyra y Ramón Fonticiella, así como el nacionalista Armando Castaingdebat.

Por su parte, la nómina de hijos de exintendentes, además de Amaro y Larrañaga, la completan los colorados Gualberto Carminatti en Río Negro (hijo del tres veces intendente Mario Carminatti) y Marcelo Malaquna en Salto (hijo del tres veces intendente Eduardo Malaquina).

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