Redacción El País
Aunque Nacional está primero en la Tabla Anual, viene de ser campeón en la Liga Uruguaya de Básquetbol y de ganar sus dos primeros partidos del Torneo Intermedio, el foco noticioso hoy parece estar puesto en lo que sucede puertas adentro del club y en la medida que tomaron algunos integrantes del plantel principal -que consiste en no hablar más con la prensa (de manera temporal) ni participar de las actividades previstas con socios para el próximo fin de semana-. Los referentes lideraron la decisión; otros jugadores no estaban ni enterados.

En la interna, la situación fue atendida de primera mano por el presidente Ricardo Vairo, que primero (cuando se enteró de la decisión de los futbolistas) ironizó, con su característico tono humorístico, con que el club no tenía una “semana de paz” desde que asumió el cargo el pasado diciembre.

A más de cinco meses de su asunción, se presentó ayer a primera hora en el Gran Parque Central y se mostró dispuesto a escuchar todas las disconformidades que se le presentaron después de que los jugadores terminaron el entrenamiento. Conversó con algunos de los principales referentes, intentó mediar -con el camino del diálogo- y quedó a disposición de ellos. También coincidió en que no le hacía “bien” a la institución nada de lo que se había generado en las últimas horas.

Ignacio Sanchez/Archivo El Pais

El meollo del asunto, si bien involucra al vicepresidente Flavio Perchman, tiene un trasfondo que amerita un repaso cronológico de varias semanas atrás, cuando hubo un primer cortocircuito por un comunicado que sacó la directiva de Nacional, días después de que los jugadores entraran con camisetas en referencia a la Marcha del Silencio y recordando a los detenidos desaparecidos de la dictadura.

El hecho ameritó en su momento un intercambio cordial entre Vairo y Raúl Giuria y los tres referentes del plantel (Mauricio Pereyra, Sebastián Coates y Luis Mejía) para aclarar lo sucedido.

En esta oportunidad, el descontento grupal partió de la base de declaraciones de Perchman, que, entre otras cosas, dijo que el equipo hubiese sido “otra historia” con Leandro Lozano y que en un juego periodístico que le plantearon en Punto Penal (Canal 10) respondió que prefería que el club ganara la final de básquetbol antes que a Torque el último domingo. Ya tuvo intercambios en la interna al respecto.

Desde la presidencia, ahora hay expectativa en que la medida se levante más temprano que tarde. Al menos para no afectar el cronograma de actividades con los socios, que, entre otras cosas, incluye un mano a mano con dos futbolistas en la previa al partido del próximo domingo ante Boston River.