La reforma jubilatoria vuelve a estar en tela de juicio este año con un nuevo gobierno y nuevas miradas que se han sumado u otras que ya fueron planteadas pero buscan alguna oportunidad. A nivel general, el Banco de Previsión Social (BPS), es quien se hace cargo de abonar las jubilaciones y pensiones (además de otras prestaciones como subsidios por desempleo, enfermedad, etc.). Ahora, ¿quién verdaderamente paga las pasividades? ¿Cuánto dinero sale del aporte del aporte de los trabajadores y de las empresas? ¿Cuánto dinero aporta Rentas Generales? Y, ¿cuánto dinero surge de impuestos afectados a la seguridad social (como la recaudación de siete puntos de IVA y el Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social -IASS-).
El País accedió a un informe sobre los ingresos al BPS en 2023 (el más reciente, dado que los datos de 2024 se están procesando), que indica que el total de ingresos necesarios para obtener el equilibrio del instituto previsional asciende a US$ 7.354,5 millones.
Esa suma cubre los egresos para las prestaciones de invalidez, vejez y sobrevivencia (IVS) contributivas, los gastos de istración del organismo y las transferencias a las AFAP.
El 69,9% de esos ingresos provienen de las contribuciones efectuadas por los cotizantes activos (es decir aportes personales de los trabajadores y aportes patronales) y el 30,1% corresponde a las contribuciones del Estado, impuestos afectados y asistencia financiera, dice el informe.
Al considerar la evolución del año 2004 al 2023 de la proporción de dicha relación, se puede afirmar la existencia de un incremento sostenido hasta el año 2014 de la participación de los recursos provenientes de las contribuciones directas de los afiliados en detrimento de las contribuciones del Estado (impuestos afectados y asistencia financiera). Pero a partir de 2015 las contribuciones del estado aumentan su proporción en la estructura de financiamiento.

Este aumento se explica por la baja registrada en el número de cotizantes y a que los valores registrados en 2014 se veían afectados por la entrada en vigencia de la ley N° 19.162 (la de los cincuentones), entre otros factores.
La asistencia financiera representa el déficit del sistema IVS, en el año 2004 la misma rondaba el 22% de los ingresos, decreciendo hasta no necesitar de ella por dos años consecutivos (2008 y 2009). En el año 2023, la asistencia financiera subió al 2,24% de los ingresos.
Del ingreso por concepto de contribuciones de activos, el 71,45% quedó en el BPS en 2023 y el 28,55% fue transferido a las AFAP, en concepto de aportes al sistema de ahorro previsional individual. No obstante, para considerar desde un punto de vista global la importancia relativa de las contribuciones del Estado, es preciso considerar exclusivamente los aportes de los afiliados activos con destino al régimen solidario (el del BPS).
Al tener en cuenta el destino de los ingresos, la estructura de éstos se modifica. Las contribuciones de activos afectadas al régimen solidario se acotan a US$ 3.673,11 millones y representan el 62,39% de los ingresos del BPS.
Las contribuciones estatales se dividen en contribuciones a través de impuestos afectados y por asistencia financiera; en la estructura de ingresos del BPS representan un 32,25% los impuestos afectados, un 2,80% de Asistencia Financiera y 2,56% de compensaciones por exoneraciones y aportación rural.
El régimen general establece una tasa patronal del 7,5%, así como una tasa de aporte personal del 15% sobre el salario. Se puede apreciar que el sistema se financia con una aportación personal, superior a la patronal, que en términos generales alcanza al 63,24% del total.
Desde el año 2016 al último año de estudio, los aportes patronales representan más del 50% de los ingresos, siendo en 2023 el 51,4%.
Otras consideraciones de la evolución
La relación demográfica se expresa a través del cociente activo/pasivo, y tiene un comportamiento creciente en el período 2004-2013. Es así que, el coeficiente de dependencia del sistema ha pasado de 1,91 activos que efectúan aportes por cada persona que recibe una prestación en el año 2004, a 2,66 en el año 2013.
Este nivel al que llegó el ratio, se debió fundamentalmente al crecimiento registrado de los puestos activos cotizantes, los cuales tuvieron un incremento del 57,7% en ese período 2004–2013, lo que representó la captación de 527.700 nuevos puestos cotizantes.
En el período de 2014 a 2020, la relación activo/pasivo cae hasta alcanzar el 2,36 activos que financian a cada pasivo, generándose este deterioro por una caída en los cotizantes a partir de 2015 y por el crecimiento de las jubilaciones en todo el periodo.
Para los tres últimos años de estudio se visualiza un aumento del indicador, mostrando una gran recuperación en 2023 alcanzando 2,49 activos para financiar cada pasivo, esta recuperación sitúa al indicador en valores similares a años pre-pandemia.

Por otro lado, la relación económica expresada a través del cociente pasividad/salario, en el período 2004–2023, tiene un comportamiento oscilante siempre en el entorno del 70%, atribuible a que las pasividades se reajustan con el incremento de salarios del año anterior, por lo cual se presenta un desfasaje entre el crecimiento de las pasividades y el salario.
La tasa de equilibrio (aquella que aplicada sobre la masa salarial permite igualar los ingresos y egresos anuales del sistema) ha tenido un comportamiento decreciente hasta 2014 (exceptuando 2010), siendo en el año 2004 igual al 47,11% de la masa salarial llegando a 31,67% en el año 2014. A partir de 2015 la tasa de equilibrio aumenta hasta alcanzar en 2020 el 37,02% de la masa salarial. En 2021 comienza un descenso, alcanzado en 2023 (último año en estudio) el 33,93%.
La importancia de este comportamiento radica en cómo afecta esto a la asistencia financiera que recibe el BPS para poder hacer frente a sus obligaciones. La entrada en vigencia de la ley 18.395 (que flexibiliza el a las jubilaciones) ha impactado en las altas de jubilaciones, las cuales han incrementado significativamente.
El informe resume, entonces, finalmente que, desde el punto de vista de la estructura financiera, se puede afirmar que en el período 2004 a 2014 se ha dado un incremento sostenido de las contribuciones directas de los afiliados en detrimento de la participación de los recursos provenientes de las contribuciones del estado (impuestos afectados y asistencia financiera).
En el período de 2015 a 2023 la participación en la estructura financiera de las contribuciones directas ha ido disminuyendo a partir de un aumento de la asistencia financiera que en el año 2023 alcanzó el 2,24% de los ingresos de IVS contributivos.
Y en el último año estudiado —2023— del ingreso al BPS por concepto de contribuciones de activos, el 71,45% quedó en el organismo y el 28,55% fue transferido a las AFAP, en concepto de aportes al sistema de ahorro. Es decir, en el sistema mixto sigue siendo prevalente el sistema de reparto.