Gobierno anunció a la FIC que prevé presentar en un mes “plan concreto” de la reforma de la Biblioteca Nacional

Si bien “están elaborando” un proyecto, Gladys Ceretta dijo que cuentan “con muchos elementos" que permiten entender "la situación de la biblioteca”, y que tienen “un panorama importante de por dónde deberían ir”.

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Biblioteca Nacional
Estanterías con libros en la Biblioteca Nacional.
Foto: Ignacio Sánchez/Archivo El País.

La decana de la Facultad de Información y Comunicación (FIC) de la Universidad de la República (Udelar), Gladys Ceretta, en la que funciona la Licenciatura en Bibliotecología se reunió este martes al mediodía con la directora de la Biblioteca Nacional (BNU), Rocío Schiappapietra, tras la decisión que tomó la actual istración de cerrar al público general la biblioteca ubicada en 18 de Julio y Tristán Narvaja.

Tras el encuentro, que fue a pedido de Ceretta tras el polémico anuncio oficial de este lunes, Día Nacional del Libro en conmemoración a la apertura de la primera biblioteca pública del país, la decana valoró, tras ser consultada por El País, que le dio "la impresión de que la idea es transformar la institución en algo que sea beneficioso para todos”.

Hasta ahora no está pronto un proyecto de lo que se busca hacer en la BNU, sino que están “trabajando” en uno, dijo Ceretta. Si bien “están elaborando” un plan, cuentan “con muchos elementos de la situación de la biblioteca” y tienen “un panorama importante de por dónde deberían ir”. Fuentes del encuentro indicaron a El País que el gobierno tiene previsto presentar un “plan concreto” de reforma en un mes aproximadamente.

“La idea es ir retomando los servicios de a poco”, agregó Ceretta. Lo que tienen hasta ahora, dijo, es un diagnóstico “muy encaminado”.

“Sentí que están haciendo un trabajo concienzudo, pensado, y que me parece que, por primera vez, se asume un contexto con unas características bien diferentes a como se venía trabajando hasta ahora. Se encontraron con una institución en la debacle”, añadió.

Lo que están evaluando es llegar a un “piso” de “reorganización interna” de los recursos humanos “muy limitados”, que es la “dificultad más grande” que enfrentan, para lograr una apertura gradual de servicios.

Las autoridades indicaron en la reunión de que hasta el anuncio del “cierre parcial”, tal como lo señaló a El País el ministro de Educación y Cultura José Carlos Mahía, el ingreso para el público general e investigadores era “por agenda” por el personal limitado. Esta modalidad, ahora, quedó solo habilitada para investigadores.

Otro aspecto que manejaron es “readecuar” el organigrama, que Schiappapietra dijo que data de 1988, con “las necesidades que actualmente debería cubrir una biblioteca nacional de un planteo más renovador”, dijo la decana. En el encuentro no les entregaron un documento o informes que justificaran el cierre, acotó.

“El argumento por el que toman la decisión es que la BNU llegó a un punto en el que hay que pararse, dimensionar y ver cómo se sigue, porque realmente el deterioro y debilitamiento ha sido paulatino y constante”, dijo Ceretta.

"La noticia en un principio me shockeo, pero también es cierto que no era algo inesperable para mí por la situación en la que venía la Biblioteca Nacional, que es muy compleja", añadió.

Tras hablar con Schiappapietra y su asesora, Julia Demasi, que fue directora interina de la BNU hasta el mes pasado, la decana planteará su lectura del tema mañana en la reunión del Consejo de la FIC, donde se prevé que surja una declaración con la posición de la facultad sobre la decisión que tomó el gobierno.

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