Los perros ocupan un lugar central en los hogares. Cada vez comparten más espacios con las personas, lo que da lugar a muchas preguntas. Una de ellas es: ¿Por qué algunos perros eligen dormir sobre la almohada?
Esto tiene una explicación en su herencia ancestral. Los perros conservan un fuerte instinto de manada proveniente de los lobos, sus antepasados, quienes dormían en grupo para cuidarse mutuamente y mantenerse unidos.
Según los especialistas, cuando un perro duerme en la almohada, lo hace porque la percibe como un sitio seguro. Este objeto suele estar impregnado con el aroma de su dueño, lo que le transmite protección y tranquilidad. Es una muestra clara de confianza, donde el vínculo con el humano se manifiesta a través del descanso.
El olfato canino es sumamente sensible y el olor de su persona favorita genera una sensación de calma y pertenencia. Por eso, cuando apoyan la cabeza en la almohada, no solo buscan un sitio cómodo, sino también un refugio emocional donde se sienten a salvo.

Dormir con nuestras mascotas puede ser beneficioso. Un estudio realizado por la Clínica Mayo, en Arizona, encuestó a 150 pacientes del Centro de Medicina del Sueño. De ellos, 74 vivían con animales y más de la mitad (56 %) dejaban que sus mascotas durmieran con ellos. El 41 % reportó que sus animales no interrumpían su descanso; al contrario, ayudaban a mejorar su sueño gracias al calor, la sensación de bienestar o la compañía. Muchos afirmaron sentirse más tranquilos al no dormir solos.
Además, una investigación japonesa mostró que el o físico y visual con un perro estimula la liberación de oxitocina, conocida como la "hormona del amor", la cual reduce el estrés y genera bienestar, felicidad y serenidad en las personas.
La Nación/GDA