Leonardo Guzmán

Leonardo Guzmán

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Lo que le pasó a Besozzi es la proyección penal de algo que, desde hace décadas, le viene pasando al país.
Desde el anonimato se propaga en las redes la insolencia, el recelo y el odio al adversario.
“Ese supuesto país de las dos mitades” se alimenta por la explotación política que se hace de algunas divisiones.
Para medio país gobernarán los propios y para el otro medio país gobernarán los otros.
Caminando entre drogados y basura, todo esto es una retahíla de confusiones y criminalidad.
En nuestra democracia, las Cámaras no tienen solo la función de legislar y controlar al Poder Ejecutivo.
El alma liberal tiene que reconocer las coincidencias con el interlocutor, sea amigo o adversario.
A fuerza de importar modas de escenarios opuestos al nuestro, hemos anestesiado la sensibilidad ante lo absurdo.
Hay capítulos enteros de la vida nacional que son deficitarios y sin embargo no se miden en planillas Excel.
No necesitamos creer que un cargo es requisito para dialogar con la autoridad.