Heber Gatto

Hebert Gatto

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No cabe un liberalismo no democrático, como no se concibe una democracia absolutista.
El emprendimiento propone auscultar las opiniones de diferentes grupos sociales sobre los cuidados necesarios para su vida.
Sin Tupamaros no hubiera habido dictadura militar, ni por ende demonios.
¿Los emepepistas son realmente tan radicales como se definen?
Es innecesario recordar que la política exige que sus practicantes exhiban un mínimo de moral personal.
En nuestro derecho las decisiones plebiscitarias no se encuentran blindadas (a salvo de su desconocimiento por ley), como ocurre en otros países.
Por fin, luego de gastar tiempo, -¿que otra cosa fue la historia?- llegaremos al mundo que merecemos.
Vivimos ciclos adversos, pero aún así el Frente, tal como si la historia no fluyera, remueve rescoldos sesentistas.
Prisión domiciliaria y tobilleras, de primera y sin declaración previa, no parecen adecuadas.
Derogar lo que la ciudadanía por más de un 60% ratificó en el plebiscito sobre la seguridad social es un fraude a la voluntad popular.