Lucía Brocal: "Tengo muchas ganas de hacer cosas nuevas, estar en otro rol"

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Lucía Brocal. Foto: Francisco Flores

ENTREVISTA

La comunicadora habla de su salida de la edición central de Telemundo sábado, sus comienzos y cuenta qué tipo de programa le gustaría conducir

Lucía Brocal. Foto: Francisco Flores
Lucía Brocal. Foto: Francisco Flores

Lucía Brocal cumple hoy 35 años, y por primera vez desde octubre de 2018, cuando asumió la conducción de la edición central de Telemundo sábado, tuvo el fin de semana completo para descansar junto a sus hijos, Felipe y Juan, y su pareja.

El lunesla comunicadora anunció a través de sus redes sociales que dejaba la conducción esa entrega semanal del informativo de La Tele. Aclaró, entonces, que se mantiene en la segunda mañana de Desayunos Informales y en la edición mediodía diaria de Telemundo.

"No puedo creer que voy a planificar un fin de semana. Me parece un montón de tiempo”, le dice entre risas Brocal a El País. “Tengo planificados todos los fines de semana hasta mayo (risas). Ni te digo el poder llegar en hora a un casamiento o a un cumpleaños. Me pasaron miles de esas. Al de Tuque (la periodista María Eugenia García) llegué tardísimo porque era en Maldonado, pero justo para el baile que es lo más divertido".

—Antes de empezar me decías que tenías ganas de probarte en cosas nuevas. ¿Qué te gustaría hacer?

—Si me dejás soñar a lo grande, me encantaría estar al frente de un periodístico descontracturado, como Animales sueltos donde tengas actualidad y istas que hablen con soltura, entretengan y entiendan cómo es el juego. La combinación de entretener e informar me fascina. Soy consumidora de ese tipo de programas y me encantaría en algún momento hacer algo así en el canal. Es un formato que no hay en Uruguay donde tenemos los magazines como Desayunos y periodísticos (ahora no hay ninguno al aire), pero están más encarados hacia las elecciones y son un poco más rígidos. Por eso me gustaría un programa así, diario y nocturno de análisis donde un día se puede tratar sobre el turismo, otro sobre las cianobacterias y otro sobre la situación de las cárceles.

Lucía Brocal. Foto: Francisco Flores
Lucía Brocal. Foto: Francisco Flores

—Llegaste a los medios gracias a que mandaste un correo a distintos canales, probando suerte. ¿Siempre sos así de osada?

—Intento serlo. Uno va creciendo y se va acartonando más en algunas cosas y cuesta más ser 100 por ciento uno mismo. Yo intento afirmarme a eso; me ha ayudado y abierto puertas. A veces, cuando no me escucho y no soy esa Lucía lanzada, me digo: “¿por qué no me hice caso?”. Ese instinto no me ha fallado. Mis amigas me dicen: “vos Lucía y las cosas que le pedís al universo y cómo te lanzás”. No es que le pida al universo y me lo manda, uno trabaja para muchas cosas, y cuando quiero algo voy por eso. A veces resulta más fácil que otras, pero intento ser así y transmitirselo a mis hijos: hay que ser fiel a lo que uno quiere y vivir por eso. Si querés que pase algo diferente, hacé algo distinto, sino siempre va a pasar lo mismo. Cada vez se vuelve más difícil, pero intento recordármelo cada tanto, como un mantra.

—Tus comienzos estuvieron vinculados al modelaje. Hoy que cumplís años,¿te asusta la edad?

—No tengo ningún tipo de problemas con la edad, ni con decir cuántos cumplo, 35. Tal vez porque mi ánimo sigue en los 20. Me parece que la edad no tiene que ir acompañada por algo negativo. Me encanta cumplir años. Soy de celebrar porque uno está vivo, está con sus seres queridos, y hace lo que le gusta. Me siento realmente muy afortunada con la vida que tengo y las oportunidades que he tenido. Tengo dos hijos sanos. Igual entiendo que hay personas a las que les pega mal cumplir años. Cuando llegue a los 40 hablamos, capaz que me pega un viejazo horrible.

Lucía Brocal. Foto: Francisco Flores
Lucía Brocal. Foto: Francisco Flores

—En redes sociales dijiste que salirte de Telemundo de los sábados era una decisión meditada. ¿Cuándo comenzaste a pensarlo?

—Hace un montón que vengo procesando esta decisión. Me llevó mucho tiempo bajarla a tierra y hacerla efectiva porque realmente agradecí la oportunidad que se me dio para hacer la conducción del informativo central de los sábado. Tenía que hacerlo sola y entendía que era una gran responsabilidad. Además, soy bastante apasionada de mi trabajo, lo disfruto y me gusta demostrar compromiso. Hacer Telemundo sábado, más allá que sea complicado, difícil y a contramano de la vida de todos, lo disfruté mucho. Hicimos entrevistas en vivo y nos pasaron situaciones terribles que había que solucionar.

—Tuviste que cubrir el fallecimiento de Jorge Larrañaga, por ejemplo.

—Quince minutos antes de salir al aire nos enteramos de su fallecimiento. Recuerdo ese día puntual porque fue muy desafiante a nivel profesional. Por eso dejar el noticiero fue una decisión difícil de tomar.

—Con Roberto Hernández fueron los primeros en conducir un informativo central el sábado.

—En ese entonces tenía otra edad y otra situación familiar, y la actualidad me requería estar más tiempo de calidad con los nenes y eso en definitiva termina primando. Es una balanza donde ni siquiera hay que pesar: la familia es lo importante.

Lucía Brocal. Foto: Francisco Flores
Lucía Brocal. Foto: Francisco Flores

—Conducir el informativo en solitario rompía eso que habías dicho que las mujeres eran un florero en el informativo.

—Eso lo sentí en su momento, forma parte de un país que no es el que tenemos hoy. Era otro contexto social y eso se veía reflejado en los medios de comunicación y el periodismo. Pasaron 14 años, las cosas cambiaron, y por suerte eso no sucede más. Yo, como muchas colegas, tienen oportunidades de igualdad absoluta. Si bien la conducción de los sábados era una responsabilidad que caía en mis hombros, con un equipo atrás, los mediodías con Valentín (Rodríguez) trabajamos a la par.

—Afortunadamente las cosas cambiaron en el mundo.

—Las cosas cambiaron y está demostrada la capacidad que tenemos las mujeres periodistas para comandar el barco. Fue un avance que se logró y siento que crecí acompañando ese crecimiento social y profesional. Conversando con autoridades del canal tengo muchas ganas de hacer cosas nuevas, estar en otro rol. Considero que tengo las herramientas suficientes para encarar el proyecto que sea. La ductilidad de estar en Desayunos Informales y a la vez en un noticiero me hace sentir cómoda en distintos formatos.

—¿Cuesta el cambio de pasar de bromear en Desayunos Informales a la rigidez que exige un informativo?

—Al principio me costó. Si ves las grabaciones de mis primeros tiempos de Desayunos, era un robot. Hoy soy otra, me fueron sacando de mi zona de confort y ahora hasta te hago un karaoke. Ya perdí todo tipo de vergüenza. Intentando mantenerme dentro de mis valores y sin hacer el ridículo, creo que podés tener esa ductilidad de divertir, entretener e informar, y después pasar a Telemundo. Antes me costaba más desdoblarme y tenía más prejuicios del cómo se veía de afuera, pero con el tiempo me pude sentir cómoda en mis dos roles.

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