Redacción El País
Lo que empezó como una entrevista para hablar del ansiado y comentado regreso de Falta y Resto al Carnaval 2026 terminó en un intercambio encendido entre Victoria Rodríguez y Raúl “Tintabrava” Castro en Punto de Encuentro, el periodístico matutino de Radio Universal.
El fundador y director de la histórica murga, que vuelve al ruedo tras ocho años con un plantel cargado de figuras como Pinocho Routin, Edú “Pitufo” Lombardo, el Zurdo Bessio y Alejandro Balbis, fue invitado para hablar de esta nueva etapa.
“Falta y Resto es la murga de mi vida”, dijo Raúl Castro al inicio de la charla. “A los 30 la fundé como una herramienta contra la dictadura. Había que hacer algo que pudiese perdurar y fuera popular”, comentó.
Pero la charla cambió de tono cuando se tocó un viejo debate: ¿puede haber murgas de derecha?
Castro insistió con su idea de que no, porque el arte colectivo tiene una raíz ideológica de izquierda. "Yo creo que no hay murgas de derecha en el sentido de que la derecha tiene más una concepción individualista del arte", expresó Castro.
A medida que avanzaba la conversación, los roces fueron más evidentes. La conductora le preguntó si la murga era una forma de arte ideologizada. “Todas las expresiones artísticas lo son. El ballet lo es de la burguesía, históricamente ha sido así”, respondió él.
Entonces ella volvió a la carga: “Pero le quitás valor a cualquier otra creación artística que no sea de izquierda". Y luego retrucó: "No te olvides que el Carnaval terminó en el Sodre”.
El recitado contra Lacalle Pou y el reclamo de Victoria
El momento más tenso llegó cuando Rodríguez trajo a colación una polémica reciente: el recitado que Castro publicó en redes durante el verano, sin nombrar al entonces presidente Luis Lacalle Pou, pero con frases como "malcriado", “terraja con alcurnia” y “corrupto de levita”.
“¿Valió la pena? ¿Lo harías de nuevo? Fue muy criticado”, le preguntó la también conductora de Esta boca es mía (Teledoce). “¿Por quién fue criticado?”, contestó el letrista. “Por muchas personas, figuras públicas”.
"Yo creo que uno tiene la obligación de ser honesto y sincero con lo que piensa y yo escribo lo que me sale del corazón, cuando siento que hay algo que invoca mi manera de pensar. Las rimas que se me ocurren muchas veces las tiro a la palestra, a ver qué pasa", comentó.
Entonces ella le dijo que no había sido del todo sincero porque no había dado nombres y apellidos en la poesía. A lo que él explicó que era el "gran truco", que de lo contrario, no hubiera tenido la trascendencia que cobró.

"Pero era con nombre y apellido, ¿o no? ¿La tinta brava dónde está, la bravura? ¿Era o no era para el presidente?", insistió.
"¿Y a ti qué te parece?", le contestó él, y rápido le recordó un episodio que no le cayó nadie bien: "Tú dijiste en televisión que yo me había tomado alguna sustancia. Y a mí no me gustó mucho porque yo tengo seis hijos y cuatro nietas. Mira la sustancia que tomo", lanzó, y le mostró su mate.
“Fue muy violento”, se defendió ella.
El tono se volvió aún más áspero. “Vos avalás lo que dice la bestia de enfrente”, le dijo Castro, en referencia al presidente argentino Javier Milei. “¿Y qué tiene que ver una cosa con la otra?”, retrucó Rodríguez.
“Yo creo que la manera en que nos tratamos también es importante. No porque seamos uruguayos, sino por respeto”, intentó marcar la periodista. Pero lejos de calmarse, Castro desvió el foco: “¿Querés que te diga lo que dijo Graciela Bianchi de Mujica?”, preguntó.
“No estoy hablando de Bianchi”, respondió ella. “Pero yo sí, porque tú me estás diciendo a mí que no tengo derecho, pero Bianchi sí”, insistió él. “Yo no dije que no tenés derecho. No mezclemos los temas”, replicó Rodríguez. “Pero yo nunca vi que le dijera a Bianchi: ‘se habrá tomado alguna sustancia’”, remató Castro, en referencia a aquella frase suya que le molestó.
¿Qué paga más, la televisión o el arte?

Sobre el cierre del programa y a propósito de un debate sobre el capitalismo, Rodríguez lo puso contra las cuerdas con una pregunta que lo descolocó: “¿Qué paga mejor, ser ista de televisión o escribir una letra de murga?”. La consulta venía a colación porque Raúl Castro fue ista del ciclo Todas las voces (Canal 4).
"Es difícil, yo te preguntaría qué paga mejor: ¿ser locutora de Universal o de Canal 12?", le contestó él. Entonces ella respondió: “Vos sabés que me paga bastante parejo”. Y agregó: “Bueno, a mí también”.
"No, porque una cosa es el arte y otra ser ista de televisión", retrucó ella. "Me hubieras preguntado qué paga mejor cuando vendo un cuadro, o el teatro, la tele o la radio. De cabeza, la tele o la radio".
"Depende del arte que hagas, de la calidad de tu talento y de quién te compre el producto que vendés", acotó Castro.
"Por eso te pregunto: ¿qué te paga mejor, la tele o el arte?", insistió ella. "A mí me paga mucho más espiritualmente la murga", respondió Castro.
"¿Pero en moneda?", volvió a preguntar la conductora. "Y... tendría que pagarme mucho más el arte, pero es difícil en un país tan pequeño vivir de eso. Me paga más mi otra profesión, que es la de publicista. Hace 40 años que estoy en eso", cerró.
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