Redacción El País.
Mathías Silva y Valeria Ferreira se casaron dos veces. La primera boda se dio a la manera tradicional, si es que puede usarse ese término para los artistas del candombe y el teatro musical. Pero sí hubo unión civil y una celebración junto a familiares y amigos, donde no faltaron los tambores y las coreografías. A los pocos días, reiteraron el ritual pero esta vez en el merendero que ambos gestionan en una iglesia cristiana en la ciudad de Las Piedras.

El director de la comparsa Cuareim 1080 y la bailarina, cantante y docente responsable de la Escuela de Acción Artística que sigue el legado de Luis Trochón llevan dos años de historia de amor. Se conocieron luego de que Ferreira fuera convocada para la comparsa que preparaba un homenaje a Cachila Silva, para el Carnaval 2021.

Ferreira venía de la reposición del musical Chicago, que había subido nuevamente a escena a modo de homenaje a Luis Trochón, fallecido en 2020. Cuando la invitaron, tuvo todos los prejuicios respecto a una comparsa. “Pensé que iba a ser más descontrolado y desorganizado y ya desde el primer ensayo me di cuenta del gran nivel del profesionalismo”, recuerda. “Me enamoré del candombe”, añade.

Pero en aquellos tiempos el vínculo no era más que profesional entre el director de Cuareim 1080 y una de las integrantes del espectáculo. Al año siguiente, en 2022, Ferreira fue nuevamente convocada para el espectáculo Madraza, que C1080 presentó aquel año en el Carnaval.

Finalizado el concurso, Silva fue a ver a Ferreira en Chicago que tuvo funciones especiales en la sala Nelly Goitiño y ya en otro contexto, el diálogo también fue otro. “Ya no era el vínculo de un director de comparsa con una integrante. Me invitó a tomar un café y café va, café viene empezamos a conectar. Él estaba solo y yo también. Para mí significó volver a conectar con una pareja luego de 2020, cuando falleció Luis Trochón”, comentó la artista.

Ferreira y Trochón, reconocido director y docente de comedia musical, estuvieron casados 10 años hasta la muerte repentina del artista en febrero de 2020.

Entre Mathías Silva (39) y Valeria Ferreira (37) casi no hay diferencia de edad y grandes complementos. Comparten la pasión artística pero también la fe y el concepto de solidaridad. Ambos son asiduos de una Iglesia cristiana en Las Piedras y forman parte de la gestión de un merendero en esa ciudad de Canelones.

Asi que cuando decidieron casarse, además de la ceremonia civil habitual y de un festejo con familiares y amigo en AVA, hicieron una segunda boda en el merendero, al que acuden unos 60 niños.

“Fue precioso. Queríamos compartir con ellos. Muchos nunca habían participado de ningún casamiento y ni habían visto cómo se vestían los novios. Ellos mismos nos casaron, hicieron el acting y decoraron todo el salón”, comenta Ferreira.

El merendero surgió a iniciativa de la pareja en el contexto de la iglesia. “Vamos todas las semanas, compartimos un rato con ellos, jugamos, les damos ropa, alimentos… es un espacio de contención”, agrega la artista.

Mathías Silva ya venía trabajando en acciones sociales a través de la Casa Cultural de Cuareim 1080 pero junto con otros fieles de la iglesia, resolvieron dar un paso más. Desde hace un año están gestionando el merendero.

“El vínculo que generamos con los chicos es maravilloso, un amor absolutamente desinteresado que te llena mucho el corazón”, expresa Ferreira.

¿Te querés casar conmigo? La propuesta de casamiento fue de Mathías Silva y la hizo a la antigua, como un caballero. Preparó el escenario con romanticismo y se arrodilló para hacer el ofrecimiento.

“En el caso de él era su primer casamiento. Si bien venía de una relación anterior, nunca había llegado a esa instancia de formalización. Para mí, implicó una nueva apuesta al amor después de lo que me había pasado”, recuerda Ferreira.

La respuesta de la novia fue afirmativa y comenzaron con los preparativos. Dada la agenda nutrida de los dos, el mejor momento que encontraron fue finales de abril de 2025. “Después de que terminamos con Carnaval, comenzamos con los preparativos. Lo armamos en 40 días literalmente: tanto Mathías como yo tenemos experiencia en gestión y producción, por lo que no fue estresante”, dice la cantante.

De cualquier modo, las modistas no podían creer que necesitara un vestido de novia con tanta urgencia.

“Fuimos a pedir fecha el 14 de febrero y el 13 de marzo ya la teníamos. A partir de ese momento empezamos a arnos con provedores. Las modistas me decían: “En abril pero de qué año”. Ahora, el mes que viene. Tuve la suerte de dar con Ximena Alves que me hizo un vestido increíble, AVA experiencias nos recibió de manera espectacular. Salió todo soñado”, dice Ferreira.

La agenda de los recién casados seguirá intensa por lo que la luna de miel tendrá que esperar. En los próximos días, Mathias Silva se va con Hugo Fattoruso y otros artistas de gira a Japón. De regreso, comenzará con los preparativos de la comparsa C1080 y el lanzamiento de un nuevo disco.

En el caso de Valeria Ferreira seguirá dando clases y dirigiendo la Escuela de Acción Artística Luis Trochón. “Tanto con el merendero como con la escuela, me gusta mucho el o con la juventud”, asegura.