Maxi Olivera pasó de ser aplaudido por el hincha de Peñarol en 2024 a ser apuntado por la crítica en el arranque de esta temporada, donde el equipo no encontraba regularidad y solo tenía nueve puntos de 33 posibles. Hoy, ya clasificado a octavos de Copa Libertadores con antelación y en plena racha triunfal, el capitán mirasol reflexiona sobre cómo vivió aquellos momentos.
“Fue muy difícil para mí porque yo siento mucho más todo lo que me pasa en este club, en lo bueno y en lo malo. Se sufre mucho porque uno sabe cuando no está en un buen momento. Creo que el arranque fue general y el equipo no encontró su mejor versión. Y después ante tantas críticas capaz que influyó un poco más en alguno, y lo más importante para un jugador es la confianza”, le dijo a Ovación.

Foto: Estefanía Leal/Archivo El País.

En este sentido, dio detalles de cómo repercute esto en el alto nivel: “Sin duda que en el inconsciente, aunque uno ya está acostumbrado a esto, cuando uno tiene sentimientos por el club terminás sufriéndolo, pagándolo caro y perdiendo confianza, y eso te lleva a bajar el rendimiento, a no estar confiado cuando tenés la pelota y no hacer lo que uno sabe”.

Diego Aguirre, que en un momento adverso de su capitán durante 2024 lo supo citar a su oficina, esta vez optó por el mismo método: apelar al diálogo. “A nivel personal hablamos mucho y nos dijo que hemos demostrado la clase de jugadores que somos, que era un tema de confianza y que no teníamos que entrar en eso para volver a ser nosotros”.

Olivera es un jugador-hincha y confiesa que eso agrava el dolor de la crítica. “Me siento hincha porque lo soy desde toda la vida, entonces creo que al recibir tantas críticas, a veces un poco fuertes, uno siente que es parte de la gente que está de tu lado. Te impacta y te duele un poco más, pero hay que tratar de asimilarlo de la mejor forma y entender que la gente tiene su derecho a criticar cuando los resultados no se dan”.

El lateral de 33 años viene de ser clave ante Olimpia con el gol que decretó el 2-2 parcial en el estadio Campeón del Siglo. “Fue tremenda alegría y también un poco de tranquilidad porque después del gol de Leo creo que la mentalidad del equipo ya cambió y mostramos en todo el segundo tiempo lo que salimos a hacer”.

Foto: Estefanía Leal/Archivo El País.

Olivera y todo el plantel lo consideraban el propósito “más importante” del semestre, y ya pasó a formar parte de la lista de cumplidos. “No es sencillo pasar de fase y nunca lo fue. Por algo a Peñarol le ha costado tanto en los últimos años, y que sea dos años consecutivos es un logro importante de este plantel y del cuerpo técnico, y ni que hablar después de lo que fue el partido ante Olimpia”.

Leo Fernández, la bandera del equipo, es el encargado de contagiar la ilusión copera en la interna recalcando la importancia de visualizarse en la final. “Me llevo muy bien con él en el día a día, compartimos asiento en el ómnibus y pasamos hablando de todo. Sin duda es uno de los que más visualiza y te mete en la cabeza pensar siempre en la final. Los dos pensamos y soñamos con eso; nos reímos porque nos damos manija y hablar de eso ya te genera algo diferente en el sentimiento. Nunca me había pasado de estar en un plantel que al arrancar la copa fije como fecha el 29 de noviembre y se ponga a pensar en eso”.

Foto: Estefanía Leal/Archivo El País.

Durante su etapa como futbolista de Fiorentina, Maxi Olivera compartió plantel con el capitán Davide Astori, que en marzo del 2018 falleció a raíz de un paro cardíaco mientras dormía. "Ese momento fue una locura, lo viví con Seba Cristóforo que estaba conmigo allá. Estábamos concentrados en Udinese para jugar a la tarde contra ellos y Davide no bajó a desayunar. Estábamos en el hotel y nos llegó esta noticia muy impactante para todo el equipo y la ciudad. Fueron días difíciles con todo lo que pasó después, así que fue un recuerdo muy malo en mi vida, no solamente en lo futbolístico", inició Olivera.

El defensor uruguayo elogió al exfutbolista italiano por ayudarlo a transitar la adaptación a un nuevo idioma y por ser un líder positivo. "En el grupo también recordamos una paradoja porque una de las imágenes que teníamos en el vestuario era una frase en italiano que había puesto Davide Astori y decía algo así como: "Disfrutar y entrenar como si fuese el último día".

Por último dejó una reflexión: "A veces uno se preocupa o se pone mal por boludeces y después cuando lo analizás son cosas increíbles que han pasado, que también sucedió acá con Juan Izquierdo en Nacional y bueno, siempre que uno vive esas cosas, después termina pensando o viendo la vida un poco de otra manera; esa fue una de las cosas terribles que me tocó vivir".