Facundo Bernal, mediocampista uruguayo de 21 años, llegó a Brasil con el deseo de jugar en el exterior y Fluminense lo acobijó dándole una gran responsabilidad. Se adaptó bien a las exigencias con cambios en la rutina y espera con ansias el Mundial de Clubes. El fútbol le cumplió un sueño junto a su mejor amigo, pero todavía hay fechas puntuales que lo desvelan persiguiendo un deseo.
Si a Facundo Bernal le preguntan por aquel que debutó en la Primera de Defensor Sporting con 17 años diría que “fue todo muy rápido, pasaron cosas malas y buenas, como en la vida, pero estoy muy feliz con lo que vengo construyendo en estos años”. Chiche, apodo que se ganó por un juego con Matías Abaldo, entiende perfecto lo vertiginoso que puede ser el fútbol, desde perderse un Sudamericano y Mundial Sub 20 cuando era el capitán de la selección uruguaya que se consagró, hasta haber llegado al Flu, uno de los equipos más grandes de Brasil, con los objetivos claros desde que aterrizó en Río de Janeiro.
Desafíos: "En Brasil jugamos cada tres días. La recuperación es clave y mejoré mucho la alimentación"
“Cuando llegué me acuerdo que hablé con el presidente, Mario (Bittencourt), me comentó sobre la posibilidad del Mundial de Clubes, que estaba hecho, y desde ese momento vengo pensando cada día en eso. La verdad que es un torneo inmenso y no lo puedo creer”, confesó Bernal al que ese objetivo casi se le escapa de las manos. “Fue jodida, pasé 18 días tratando de recuperarme bien, por suerte ya estamos en la fase final y voy a llegar al 100%”, explicó sobre la lesión que sufrió en el abductor del muslo izquierdo.
Su enfoque está puesto en llegar en óptimas condiciones para el primer partido contra Borussia Dortmund, un rival que seguro vio muchas veces en la tele tomando mate y mirando la Champions League. “Va a ser una locura, un partido muy emocionante, muy lindo, tanto para ellos como para nosotros”, describió Chiche, que está lejos de achicarse: “Le vamos a jugar de igual a igual, son partidos y nosotros vamos a ir con todo, con lo mejor”.
Desde que llegó a Fluminense, Bernal ha experimentado un cambio significativo en su rutina como jugador. “Creo que como jugamos muy seguido, la recuperación y estar bien descansado es clave. En el fútbol uruguayo tenía más tiempo de recuperación y en Brasil jugamos cada tres días. No he cambiado mucho, pero sí mejoré mucho la alimentación y el descanso”, señaló, al tiempo que pidió un vaso de agua mientras atendió a Ovación en el piso 40 de una de las torres del World Trade Center donde esperaba reunirse con sus representantes.
Río de Janeiro, con su tamaño y cultura, también ha sido un desafío. “La verdad que sí, es una ciudad preciosa”, respondió el volante interno y destacó el apoyo de sus representantes. “Tengo mucho o con Pablo y Oscar Bentancourt, están en el día a día conmigo y eso se me hace mucho más fácil. Cualquier cosa que preciso están a disposición y eso es impecable porque te da tranquilidad de pensar solo en jugar”.

Responsabilidad: "Renato me confirmó un día antes que iba a ser capitán"
Hace 10 meses, quien recibió a Bernal en Fluminense fue David Terans, el “rey”, como se refiere a él Bernal, pero el volante regresó a Peñarol y a Facundo le tocó ser anfitrión. La llegada de Agustín Canobbio y Joaquín Lavega ha reforzado la presencia uruguaya en el vestuario, algo que Bernal valora profundamente. “Está demás. Es un vestuario re lindo, tenemos varios extranjeros, el día a día es hermoso, estás con ellos, compartís un mate, a la noche un asado, mejor el día a día no puede ser”, describió. Este ambiente le ha permitido sentirse como en casa, a pesar de la distancia. “Creo que maduré mucho, he compartido con grandes jugadores que me han hablado mucho. La concentración en cada partido es clave y la madurez en la cancha”, reflexionó. “Fluminense es un equipo muy, muy grande y la gente te lo hace saber cada día, en cada entrenamiento”, comentó Bernal, que tiene el carácter para sobrellevarlo y hasta Renato Gaúcho lo recompensó por ello.
A sus 21 años y siendo extranjero en el equipo, Bernal ha asumido el rol de capitán en dos partidos con Fluminense, una responsabilidad que lo sorprendió. “La verdad que no lo supe en toda la semana. Fue un día antes del primer partido de Copa Sudamericana que Renato, el director técnico, me confirmó que iba a ser capitán y me dijo que me daba esa confianza. Era algo que yo ya había hecho tanto en la selección Sub 20 que me tocó y con Defensor también y me dijo que depositaba toda la confianza en mí”, recordó.
Su entrenador le da la confianza y Facundo sabe lo que pretende de él. “Que sea ordenado, que no deje nunca el medio libre, que no deje espacios, que juguemos hacia adelante, con personalidad, con tenencia y que a la hora de las transiciones sean muy efectivas”, son las indicaciones que recibe de Renato Gaúcho, un técnico que Bernal describe como “un fenómeno, tanto como el jugador que fue como de entrenador. Está siempre a la par del jugador, sabe y lo escucha porque él también lo fue y se puede tener una conversación tanto en lo futbolístico como en lo personal con él. Es muy buena persona”.

Sueños: "Agu es mi mejor amigo y cumplimos ese sueño del que hablábamos de chicos"
La vorágine del fútbol ha hecho que Facundo cumpla algunos deseos y tenga otros postergados, pero es fácil darse cuenta de lo que le genera más emoción. Cuando terminó la entrevista, siguió contando con efervescencia el duelo que tuvo con uno de los cracks del fútbol brasileño a quien le aplicó el rigor para contrarrestar su magia y confesó que se la bancó. Como imagen de perfil en WhatsApp, Bernal tiene una foto luchando por la pelota con Neymar. Ese día los dos entraron desde el banco de suplentes, Fluminense le ganó 1-0 a Santos en la hora y Chiche cumplió con esa clase de sueños que tiene cualquier niño cuando empieza a jugar al fútbol: enfrentarse a los mejores.
Es innegable el talento que tiene el ex Barcelona, pero el jugador que más sorprendió a Bernal en el fútbol brasileño comparte vestuario con él todos los días y precisamente fue uno de los mejores socios de Ney: Paulo Henrique Ganso. “La verdad que no era un jugador que lo mirara tanto y, cuando me di cuenta, era una locura. Tiene una personalidad única, te puede ir a buscar la pelota adentro del área y te sale jugando siempre, muy buena persona también, siempre apoyándote y hablándote, pero como jugador me sorprendió muchísimo”.
Enfrentar a esa clase de jugadores debe ser increíble, pero no hay nada como jugar a la pelota con tu mejor amigo. Facundo también se dio ese gusto, y como profesional. Con Agustín Soria, que espera por su salida al exterior, crecieron juntos en Defensor Sporting, comparten vacaciones y hace unos días estuvieron en el Saroldi mirando el partido ante River Plate. “Agu es mi mejor amigo, me da gusto compartir con él antes de que se vaya, creo que es un jugador muy dinámico, disfruté mucho jugando con él y cumplimos ese sueño como amigos, de chicos siempre hablábamos que íbamos a jugar juntos, lo logramos, y me da mucha felicidad por él por este salto enorme”.
Confianza: "Siempre que vienen las fechas FIFA estoy con esa ansiedad"
Con 21 años Bernal tiene mucha carrera y sueños por delante aunque hay uno que lo desvela y sobre todo en fechas clave. Su deseo de volver a la selección uruguaya sigue latente, pero mantiene la confianza y la tranquilidad que ya puso a prueba cuando era un juvenil. “¡Sí! La verdad lo pienso cada día. Siempre que vienen las fechas FIFA estoy con esa ansiedad, esos nervios de poder estar o no, pero yo sigo trabajando para cumplir ese sueño”, confesó. Aunque no tiene trato directo con el cuerpo técnico de la Celeste, mantiene o con Giorgian de Arrascaeta y Nicolás de la Cruz, que viven cerca de su casa en Río. “Pienso cada día en eso y el año pasado me tocó estar, fue muy lindo, una oportunidad única con jugadores top y espero a volver a estar con ellos”.
Facundo tiene esa mezcla de humildad y seguridad, de pies en la tierra y ambición. Sabe qué es lo que lo llevó a estar donde está y que puede ser un ejemplo para muchos chicos que sueñan con seguir sus pasos. “Tienen que tener mucha tranquilidad, creo que esto es muy largo. Que no se preocupen si no juegan en juveniles, a mí me pasó, el fútbol tiene esas cosas, mucho ida y vuelta, tienen que tener mucha confianza en sí mismos, eso para mí fue clave, el apoyo de mi familia, mi padre y mi vieja siempre estuvieron para mí. Y siempre estar tranquilo, con los pies sobre la tierra y la cabeza clara”.
Con ese afán no dudó en recomendar un partido del Mundial de Clubes para ver por Directv: “La final, con Fluminense, es esa”.
