Una tarde se fue con las manos en los bolsillos ignorando los insultos de los hinchas que lo masacraron en Belvedere. Al día siguiente trabajó y por la noche disfrutó de un rato en el cine, distendido, junto a su hijo. Y, en la mañana de ayer, llegó a Los Céspedes 7:15 y 8:35 se le presentó Ricardo Vairo para tener una charla.
Han sido días agitados en la última semana para Martín Lasarte, que siempre responde amablemente a quienes lo solicitan, que dice (y no dice) mucho con sus declaraciones al cierre de cada partido y que está en el ojo de la opinión pública a solo dos días de que Nacional viaje en vuelo chárter a jugar en Medellín por la Copa Libertadores de América.
El dilema sobre cómo transcurrirán esas casi ocho horas de vuelo aún es imposible de precipitar por una sencilla razón: su continuidad después de que dirija el domingo contra Juventud de Las Piedras no está asegurada, confirmaron desde la directiva, tal y como informó Ovación ayer.
¿Qué puede pasar? Una cosa es si gana, donde los fantasmas de un eventual despido se pueden evaporar al menos hasta la próxima semana. Otra es si empata, y el equipo vuelve a mostrar la cara que desilusionó a dirigentes e hinchas en los últimos días, y otra, por supuesto, si pierde.
Aunque Flavio Perchman planteó el hipotético escenario de que no sería lo mismo un empate si le expulsan a un jugador a los 15 minutos de juego que si no, lo cierto es que la situación será “insostenible”, como él mismo dijo, si Nacional no suma de a tres ni cambia la cara. “No voy a morir con los ojos abiertos. Es partido a partido. No hay margen”, se cansó de repetir.
Ayer por la mañana, en Los Céspedes, Vairo y Lasarte tuvieron un intercambio sobre la realidad deportiva y estas consideraciones estuvieron arriba de la mesa.
De la misma forma que el presidente lo llamó a reunirse a mediados de diciembre para ratificar su continuidad como entrenador, lo hizo ahora asumiendo la posta de un tema sobre el que no quería decidir en caliente.
Sí, porque a pesar de su investidura, Vairo también reaccionó molesto tras el empate en Belvedere y por su cabeza pasó la posibilidad de que el ciclo se terminara. Finalmente, en una charla con Perchman, ambos consensuaron que no era justo cesarlo después de que empatara en esas condiciones contra el puntero del campeonato.
El mano a mano con el entrenador fue en el chalet del complejo deportivo y duró unos 30 minutos. Hubo gestos de complicidad, conceptos en los que Lasarte subrayó la opinión de Vairo y le dio su parecer y común acuerdo en que si la situación deportiva no se revierte el domingo, ya no habrá más margen de mejora.
“De acá para adelante hay que ganar. Martín se tiene mucha confianza para revertir esto. La decisión es que, por supuesto, el domingo va a dirigir”, dijo Vairo a la salida del encuentro. “Es un gran profesional, una excelente persona y un enorme nacionalófilo”, ratificó a Ovación graficando que lo había visto “muy seguro”.

Poco después de ese ida y vuelta, el presidente se acercó a hablar con el resto del cuerpo técnico en las inmediaciones de una de las canchas. Versiones de prensa habían señalado que uno de los integrantes estaba molesto con que Perchman declarara asiduamente, algo que Lasarte luego le desmintió al propio vice, según manifestó.
Al margen de eso, en la interna de Nacional coinciden en que la figura del DT “merece respeto” de la dirigencia y la hinchada y, en parte, aluden a que su campaña en 2024, acompañada de resultados, le debería dar crédito para iniciar la Libertadores.
-
Desde adentro de la hinchada: la catarata de insultos a Lasarte y la postura que adoptó el DT de Nacional
Ultimátum: la continuidad de Lasarte pende de un hilo en Nacional, pero va a dirigir el domingo ante Juventud
Vairo ratificó a Lasarte en Nacional, pero avisó: "Si no se gana vamos a tener que tomar una decisión"