Carlos M. Ferreira Ruella | Montevideo
@| Hoy, 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, volverá a repetirse lo de siempre: discurso para la ocasión del Ministro, alguna exposición alusiva al tema, proyecto de solución que no sucederá y alguna Ong ambientalista reclamará por alguno de los ya eternos problemas ambientales.
Con un movimiento ambientalista en su mínima expresión y por momentos, como sucedió en la pasada istración gubernamental, con proclamas políticas anti gobierno; en un ambiente tan desolador, ¿hay algo para rescatar?
Para cualquier lector de El País puede parecer obvio, pero es digno y se merece resaltar.
Desde el año 1988, el Prof. Hernán Sorhuet, en la página editorial de este diario publica sus columnas, con fundamentos y coherencia. No recuerdo medio nacional o regional con tan alto galardón. No solo trató temas nacionales como la Reserva de Pan de Azúcar, la problemática y defensa de la Quebrada de los Cuervos, entre tantos, sin olvidarnos de los internacionales como las grandes conferencias o los Tratados sobre los diversos problemas del ambiente.
Semanalmente Sorhuet, los días miércoles por lo general, nos abre una ventana desde la calle Cuareim al ambiente ciudadano o rural. Calculo deben ser más de 1600 columnas, más otras editoriales y artículos técnicos.
Cuidado, no quiere decir eso que siempre estuve de acuerdo, pero es un hombre con el que se puede hablar sin que apele al golpe bajo o al insulto en el retruque.
Todo eso es posible en un medio, donde por ejemplo don Martín Aguirre Gomensoro, otro caballero, le abrió las puertas a una columna semanal a la querida Sociedad de Conservación del Medio Ambiente y dejó que se expresara libremente.
Celebro y le reconozco a Hernán Sorhuet y a El País por el extenso y valioso trabajo realizado.
En definitiva, la coherencia y perseverancia son vías muy válidas para solucionar los problemas que tenemos, porque lamentablemente encontrar otro buen planeta es imposible.