Un boomerang

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Anteanoche los diputados aprobaron un proyecto de ley que no soluciona casi nada del drama de la Caja de Profesionales. Me llama profundamente la atención que absolutamente toda la oposición haya apoyado una postura, siendo generosos, incompleta.

No voy a enfocarme en la mezquindad del Frente Amplio, harto conocida. En particular en el tema caja de profesionales es el gran responsable político de haber llegado hasta acá y claro que no “se merecería” ningún apoyo para resolver la situación.

Pero esto no se trata de lo que el FA merece. El tema es complejo pero no tanto, hay dos preguntas que quienes aprobaron esto ayer deben responder. Primero, si tal como repitieron como un mantra “los profesionales activos y pasivos no debemos pagar nada de este descalabro”, ¿quién debe hacerlo? A mi juicio es simplemente absurdo decir esto así, si no lo pagamos nosotros los profesionales lo que piden es que lo pague el resto de la sociedad.

La segunda pregunta es, si este mantra es tan firme. ¿Por qué hace tan solo dos años el gobierno de la coalición envió una ley que hacía esto mismo? Cuesta encontrar una explicación que no sea el cambio de lado del mostrador. Es evidente que cualquier solución buena y justa pasa por no externalizar al resto de la sociedad, al menos, todo el costo. Es insólito que pretendan que los profesionales (que dirigen la caja votando a la mayoría de sus directores) no paguemos absolutamente nada. Agregar timbres profesionales es una pésima y regresiva.

Hagamos una cuenta corta y simple. Un jubilado que aportó 30 años (3 años en cada una de las 10 franjas que tiene hoy la caja) pagó en promedio $ 21.400 pesos mensuales aproximadamente. Con eso a los 60 años, cuando su expectativa de vida era casi 22 años, se hizo acreedor a una jubilación de $ 90.000 nominales.

Acá está la madre del borrego. Tenemos un sistema insostenible, hecho con otra demografía y istrado con una irresponsabilidad temeraria. Y miren, que con la propuesta de los gobiernos somos los profesionales activos, lejos de nuestra jubilación, los que nos llevamos por lejos la peor parte. Los pasivos sufren un recorte en sus prestaciones del orden del 10%, pero de todas formas seguirán cobrando significativamente más de lo que aportaron.

Me cuesta entender que todos los diputados de la oposición se abroquelen en este mantra. ¿Les parece justo o eficiente que todo lo pague el resto de la sociedad? Quizás en esto puede mediar la gran presencia de profesionales en el Parlamento.

Pero también hay cálculos políticos equivocados a mi juicio. Miren lo caro que el FA está pagando su mezquindad de 2023. Con este parche que votaron ayer, la coalición tiene enormes chances de quemarse con este mismo problema en su próximo gobierno y no duden que volverá a presentar soluciones parecidas a 2023. ¡Cómo no lo ven!

Sé que es antipático esto, estamos hablando de jubilaciones por las que personas trabajaron toda la vida. Y esto es Uruguay, es aceptable que la sociedad ponga algo para amortiguar el impacto. Así fue con la caja bancaria, pero ahí los bancarios aceptaron un recorte de sus pasividades. Lo que es insostenible es que los profesionales no pongamos nada y pateemos para adelante este sistema infinanciable.

La lógica permanente de dar beneficios a pequeños grupos a costa de toda la sociedad tiene un día que empezar a terminar.

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