IA y economía

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La semana pasada tuve la suerte de participar de un gran evento: el festival de las ideas en la ciudad de Puebla, donde diversos conferencistas celebraron ideas sobre los más diversos asuntos: educación, salud, economía, innovación y política, entre muchos otros temas. Hoy voy a detenerme en una charla y una idea que me pareció especialmente atinada en tiempos en que la inteligencia artificial es realmente un fenómeno que está cambiando aceleradamente muchas cosas, pero cuyo análisis no siempre es sencillo y la venta de humo no resulta escasa.

Me refiero a la conferencia dictada por el profesor Xavier Sala-i-Martín, un destacado economista autor de textos ampliamente utilizados sobre crecimiento económico. Sala-i-Martín es un destacado experto en innovación y competitividad. En 2003 diseñó el Índice de Competitividad Global que publica anualmente el Foro Económico Mundial que evalúa a un conjunto grande de países y propone estrategias de crecimiento.

El economista es un reconocido defensor de la economía de mercado, con libros ampliamente populares (y buenos) como Economía liberal para no liberales y no economistas, y autor de frases tan contundentes en defensa del libre comercio como la siguiente: “Un sistema económico que en cuestión de doscientos años ha conseguido que la familia media viva en unas condiciones que los reyes de antaño habrían calificado de lujosas es, sin duda, un sistema prodigioso. Pues eso es, precisamente, lo que ha conseguido el sistema de libre mercado”.

En su charla titulada De la sabana a Sillicon Valley: La economía de las ideas, Sala-i-Martín hizo una defensa de las ideas, de cómo su desarrollo teórico luego lleva a aplicaciones prácticas que cambian brutalmente nuestras vidas. Por cierto que en general quienes realizan los primeros esbozos teóricos no suelen ser los mismos que le encuentran utilidad práctica, ya que los conocimientos específicos son naturalmente distintos, pero este proceso se ha dado repetidamente a lo largo de la historia de la humanidad.

Para nuestro conferencista la inteligencia artificial aún no ha revolucionado a la empresa, porque lo que estamos intentando hacer hasta ahora es ahorrar costos con su utilización para hacer las mismas cosas que habíamos antes de tener esta tecnología disponible. Lo comparó al surgimiento de la electricidad y cómo no cambió la organización empresarial hasta que Henry Ford en vez de utilizarla para producir como era habitual rearmó la empresa en base a la nueva tecnología e implementó la cadena de montaje.

Para Sala-i-Martín aún no hemos visto grandes ganancias de productividad gracias a la inteligencia artificial porque aún no se está dando, al menos masivamente, la reorganización de las empresas en torno a la nueva tecnología disponible. Cuando algunos pioneros comiencen a hacerlo con éxitos, muchos más los seguirán y allí sí tendremos un cambio drástico en el mundo empresarial, laboral y seguramente también en los servicios que tendremos a disposición.

Ese tiempo no será lejano, pero aún no estamos allí. La idea de que lo novedoso no será cómo hacemos lo mismo de siempre más barato gracias a la inteligencia artificial sino cómo se reorganiza la empresa para tener ganancias reales de productividad es simple y potente, como toda gran idea.

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