Con el cambio de gobierno ocurrido en el país -que incluye un giro importante en ideología y modelo económico a seguir-, es dable esperar que las negociaciones en curso con inversionistas privados puedan ser revisadas.

Es el caso de la producción de hidrógeno verde (H2V) en nuestro país, o sea aquel que utiliza en su proceso solo energías renovables.

El proyecto Efuels Paysandú liderado por la empresa chilena HIF Global y anunciado en 2023 para la producción de H2V y combustibles sintéticos, prevé la astronómica inversión de US$ 4000 millones. Proyecta producir cada año 180.000 toneladas de combustibles sintéticos; 100.000 toneladas de H2V, a partir de la captura de 700.000 toneladas de CO2 que de otra manera irían a la atmósfera como gas de efecto invernadero. En este caso se proyecta utilizar el CO2 excedente de la producción de la planta de ALUR.

Todo indica que la demora de iniciación de las obras radica en la dificultad de conseguir la abultada financiación por parte del privado. Recordemos que, en su momento la empresa le propuso al gobierno anterior ser socio económico, recibiendo la negativa oficial, porque no podía caer en la irresponsabilidad de embarcar al país en un emprendimiento que, si salía mal como sucedió varias veces en los gobiernos anteriores del Frente Amplio, comprometería seriamente el erario público.

Pero la conveniencia del negocio parece seguir intacta porque la demanda mundial por estos combustibles sigue aumentando: e-metanol para el transporte marítimo, e-gasolina para los automóviles, e-SAF para los aviones y e-diésel para los camiones. Son químicamente equivalentes a los combustibles de origen fósil permitiendo que los motores actuales los utilicen.

Asimismo, con su incorporación lo más masiva y rápida posible se busca revertir la indeseable situación actual de que el 80% de la energía mundial consumida proviene de fuentes fósiles. A ello se le agrega otra realidad incómoda: la casi totalidad de hidrógeno que se produce para combustible no es “verde”, porque en su proceso de producción se usan energías no renovables.

El Proyecto Efuels Paysandú incluye la construcción de parques eólicos -a cargo de otros privados-, para abastecer de electricidad a su planta productora de H2V y combustibles sintéticos.

Queda claro que debemos aprovechar al máximo las ventajas que ofrece nuestro país en este rubro. Dispone del recurso natural en abundancia (agua); su matriz energética es 97% renovable; ofrece seguridad jurídica y estabilidad institucional; cuenta con buenas redes viales y un buen puerto abierto al océano Atlántico.

A pesar de las demoras, la planta de Paysandú es un proyecto que el privado mantiene el interés de concretar en un período estimado de cuatro años para que este produciendo. Solo estaría dependiendo de que los empresarios logren concretar la financiación correspondiente.

De concretarse los proyectos en danza en nuestro territorio, el decidido impulso dado en la istración anterior direccionado a convertirnos en un país productor y exportador de H2V y combustibles sintéticos, sería el inicio de una segunda transformación de la matriz energética nacional, con enorme impacto favorable en el desarrollo del país.