“Celebramos los 50 años de existencia como compañía: jóvenes, sanos y con entusiasmo”, afirma Nicolás Rebosio, director de la empresa. Lejos quedaron los inicios como empresa familiar, con un pequeño local en la calle Tristán Narvaja.

En los últimos años, la empresa instaló más de 10.000 columnas y 13.500 luminarias, con soluciones de última generación que mejoran la seguridad, sostenibilidad y eficiencia de los espacios públicos. Su actividad incluye la ejecución de proyectos llave en mano, instalación de sistemas semafóricos, alumbrado inteligente, mantenimiento integral de infraestructura lumínica y desarrollos personalizados para empresas e instituciones del país.

El constante crecimiento de Cablex llevó a que la firma concretara una asociación estratégica con las compañías Serviam y Ventus, empresas de capitales locales con operaciones internacionales. “Ahora la apuesta es aumentar nuestra presencia en el exterior, y con el apoyo de estas firmas que también han expandido sus negocios en países de la región, esta alianza es un espaldarazo fuerte a nuestra firma”, afirma el empresario.

Esta unión permitirá acceder a financiamiento para proyectos de iluminación a largo plazo, ampliando así su capacidad de acción, potenciando la operativa en todo el país y logrando desarrollarse en mercados externos.

“Antes de que se fundara Cablex en 1975, Gerardo, mi padre, trabajaba en una empresa de conductores, y mi madre Mary lo hacía como docente de matemáticas”, rememora Nicolás. Fue entonces cuando a su padre le ofrecieron la posibilidad de vender y distribuir conductores eléctricos, y así la firma comenzó a dar sus primeros pasos.

“Mi padre siempre fue superinnovador y creativo”, señala. Aplicar esos factores fue clave para alcanzar una trayectoria tan extensa, y marcó la historia de esta compañía que comenzó con pocos empleados y hoy llega al centenar.

En la década de 1980, Cablex comenzó a fabricar luminarias viales, incorporando lo último en tecnología, lo que generó una gran demanda por parte de ministerios e intendencias. El sector público siempre ha sido un cliente clave de la firma, y desde la cual la empresa siempre buscó llevar soluciones innovadoras.

El deseo por innovar derivó en trabajos de consultoría. “Ricardo Hofstadter, referente uruguayo en iluminación, me enseñó a mí la parte de diseño y así pudimos poner luminarias a 40 metros de distancia, y empezamos a ganar licitaciones”, indica Nicolás. Luego hubo que sustituir las lámparas de mercurio por las de sodio, y la firma logró presentar nuevos tipos de columnas que se colocaron en los s a la capital. Se descubrió que, con mejor tecnología y diseño, no eran necesarias tantas luminarias, lo cual redujo los costos para los inversores. Se idearon columnas más finas de acero pretensado, más económicas y rápidas de colocar, explicó el entrevistado.

Luego, se decidió explorar el mundo de los semáforos: comenzó vendiendo insumos y luego pasó a instalarlos. En este proceso, la compañía también fabricó controladores de tránsito.

La vocación por la innovación y la creatividad ha sido una constante en los fundadores y actuales líderes de Cablex. “Con el boom de las lámparas LED logramos la representación de Creelighting. Y cuando estas eran muy costosas, viajamos a China y conseguimos la representación de Unilumin. Siempre buscamos lo mejor que ofrece el mundo, impulsados por el empuje de nuestros padres”, señala Nicolás.

Otro de los pilares de la compañía tiene que ver con poner el foco en los proyectos a largo plazo. “No estamos acá para generar ganancias en el corto plazo. Tenemos que hacer todo en tiempo y forma, cumplir satisfactoriamente con los clientes”, sintetiza.

Por otra parte, Cablex está comprometido con la mejora continua, tanto a nivel ambiental como en seguridad y salud, y con ofrecer la mejor calidad en sus productos y servicios, añade Rebosio.

“Monitoreamos en forma proactiva el ambiente de trabajo para asegurar las condiciones de bienestar de nuestro personal y mantener las condiciones de desarrollo y motivación, ya que el equipo es un pilar fundamental que sostiene la calidad del servicio ofrecido”, expresa.