La erupción submarina en Tonga provoca el origen del tsunami

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Tonga. Foto: AFP.
(FILES) This file photo taken on December 21, 2021 shows white gaseous clouds rising from the Hunga Ha'apai eruption seen from the Patangata coastline near Tongan capital Nuku'alofa. - Frightened Tongans fled to higher ground on January 15, 2022 after the latest eruption of the Hunga Tonga-Hunga Ha'apai volcano -- heard in neighbouring countries -- triggered tsunami warnings across the South Pacific. (Photo by Mary Lyn FONUA / AFP)
MARY LYN FONUA/AFP fotos

VOLCÁN

El archipiélago del Pacífico estará varios días incomunicado; los expertos advirtieron que la conexión a internet podría estar cortada varias semanas para las cerca de 100.000 personas que viven ahí.

El volcán submarino de las islas Tonga, cuya erupción provocó un tsunami en el Pacífico y aisló el archipiélago del resto del mundo, es una mole colosal que alcanza a emerger de la superficie del agua, una configuración geológica difícil de vigilar.

Situado en el “Cinturón de fuego” del océano Pacífico, zona donde el roce de las placas tectónicas provoca una actividad sísmica elevada, el volcán Hunga Tonga Hunga Ha’apai mide unos 20 km de diámetro, por 1.800 metros de alto que están esencialmente sumergidos.

Está “basado” en el fondo del océano pero su cráter principal ahora alcanza a emerger de la superficie del agua, formando una isla deshabitada.

Todo comenzó a fines de diciembre, cuando el volcán entró en erupción bajo el agua, provocando “explosiones cada vez más poderosas relacionadas con la interacción entre el magma y el agua marina”, indicó a la AFP Raphaël Grandin, del Instituto de física del globo de París (IPGP).

La más fuerte se produjo el sábado, formando una fumarola de 30 km de altura que alcanzó la estratosfera. Y evolucionó hacia una “sombrilla volcánica” de varios centenares de kilómetros de diámetro sobre la región, una de cuyas partes fue cubierta por las cenizas.

La erupción fue tan potente que provocó un tsunami generalizado, inundando las costas de Estados Unidos hasta Chile y Japón, y mató a dos personas en Perú. La onda de choque fue tal que la explosión fue escuchada hasta Alaska, a más de 9.000 km de distancia.

“Es excepcional. Según mis conocimientos, la última explosión audible a esa distancia se remonta a la del volcán Krakatoa en Indonesia en 1883, que causó 36.000 muertos”, subraya Raphaël Grandin.

¿Qué pasa cuando se presentan estos fenómenos muy escasos según los expertos? La subida del magma hacia la superficie libera gases que deben “presionar” para abrirse camino, creando un fenómeno de sobrepresión.

La presencia de agua “agrava la situación, pues con el calor se transforma en vapor y se distiende como en las ollas de presión”, añade el geofísico.

Todas las explosiones volcánicas están relacionadas con esta descompresión de los gases magmáticos.

“Cuando eso ocurre en el fondo del mar, el agua tiende a apagar la actividad. Cuando es al aire libre, los riesgos siguen localizados. Pero cuando ocurre a nivel de la superficie del agua, es cuando los riesgos de tsunami son mayores”.

La causa exacta del tsunami sigue por determinar. De manera menos probable, podría también provenir de un movimiento de masa submarina, como el colapso del edificio volcánico durante la erupción, indica Robin Lacassin, también geofísico del IPGP.

La actividad del Hunga Tonga-Hunga Ha’apai es tanto más dificil de comprender cuanto es submarina. Y es desgraciadamente “casi imposible de vigilarla”.

“El volcán puede volver a hacer una mayor erupción en los próximos días”, dice con preocupación Oliver Nebel, de la Escuela de la Tierra, de la atmósfera y el medio ambiente de la Universidad de Monash, en Australia. El problema principal reside en la contaminación de las reservas de agua, por lo que los habitantes son invitados a beber agua embotellada.

Tonga aislada.

Tonga quedó prácticamente aislada del resto del mundo ayer lunes tras la erupción del volcán submarino que paralizó las comunicaciones. Los expertos advirtieron que la conexión a internet podría estar cortada varias semanas para las cerca de 100.000 personas que viven en el país.

Los países vecinos y las agencias internacionales siguen evaluando la magnitud de los daños del tsunami. La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, dijo el domingo que son “significativos”.

Nueva Zelanda y Australia enviaron ayer lunes aviones de reconocimiento para evaluar los daños y pusieron a disposición aviones de transporte militar C-130 para lanzar suministros o aterrizar si las pistas se consideran operativas.

Se sabe que la explosión volcánica del sábado dañó gravemente la capital, Nuku’alofa, cubierta de ceniza, y cortó un cable de comunicaciones submarino, cuyo restablecimiento podría llevar dos semanas.

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