"El silencio es para reflexionar lo que ha pasado y esperar lo que va a venir", dijo el músico Richard Hartshorne a los presos de la Unidad 1 de Punta de Rieles, mientras les pedía que no aplaudieran entre obra y obra. La de ayer a la mañana era la penúltima de las múltiples funciones que dio en centros penitenciarios de Uruguay, algo que suele hacer alrededor del mundo.
"Dobbs", nombre artístico de Hartshorne, tiene 82 años y la música es su pasión desde que es niño. Su primer instrumento fue el piano, luego eligió el bajo y terminó profundizando en el contrabajo, instrumento que toca hasta el día de hoy, según contó en conversación con El País tras finalizar la función.
"Para un músico es imposible dejar de tocar. Yo ahora intento llevar esta música a lugares a los que generalmente no llega", dijo. Esto lo hace desde 2004, y hasta el día de hoy ha pasado por países de todas partes del mundo. Afganistán —donde no puede entrar desde 2020 por prohibición de los talibanes—, Palestina, Irak y Uganda, son algunos de los sitios a los que llevó su obra.
Pocos minutos antes de las 10 de la mañana de este lunes, decenas de presos de la cárcel de Punta de Rieles ya estaban formados y sentados aguardando que Dobbs terminara de afinar su contrabajo. Algunos hablaban y bromeaban, mientras que otros observaban atentamente lo que hacía el artista.
Cuando estaba todo listo para comenzar, tomó el micrófono y se presentó ante un público de más de 100 privados de libertad y funcionarios. Entre ellos, la subsecretaria del Ministerio del Interior, Gabriela Valverde.
Para romper el hielo, luego de que le avisaran que su audio salía suave y no podía ser oído desde el fondo del salón, hizo algunas bromas, que fueron bien recibidas por parte de los privados de libertad.

"No tienen que entenderla, sino sentirla. No es para bailar, sino para sentarse en silencio a reflexionar sobre la vida", explicó Dobbs antes de dirigirse hacia su asiento para comenzar con su función titulada Bach With Verse —Bach con palabras, en español.
La muestra estuvo compuesta por seis obras de Johann Sebastian Bach, escritas originalmente para violonchelo que interpretó en un contrabajo fabricado en 1863. Luego, abrió un espacio de preguntas, y aunque uno de los privados de libertad de mayor edad pidió un tema del compositor Willie Dixon, por la dinámica del encuentro finalmente no se dio.
Para finalizar, cantó una canción propia e hizo humor con una historia que tuvo como centro a la mayonesa y que despertó algunas risas del público. Si bien la interpretó en español, hace esto en cada país que va —ya lo ha hecho en 19 idiomas distintos.
Luego, saludó uno por uno a todos los presentes. "Hay que mirarlos a los ojos, saludarlos, hablar con ellos. Somos todos personas", dijo a El País.
Por su parte, Ana Juanche, directora del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), dijo a El País que fue "totalmente lo esperado". "Tuvo una acogida muy buena por parte de los privados de libertad, y cumple con uno de nuestros objetivos que es democratizar la cultura", aseguró.
"En el lugar convivieron personas de varios sectores y no hubo ningún problema", señaló Juanche, que agregó que se están planificando actividades similares para el futuro.
"Afro uno" y "el sabor"
"Ahora sí, a ponerle sabor", gritó uno de los privados de libertad cuando Dobbs anunció que para finalizar la actividad iba a tocar Afro Uno, una banda conformada por reclusos de ese centro penitenciario.
El grupo, que se formó dentro de la cárcel, tiene un año y medio de existencia. "Nosotros enseñamos a los otros ppl —personas privadas de libertad—", explicó a El País Fabián, uno de los presos que encabeza la banda.
Los aplausos y vítores del público retumbaban en el salón. La banda, que comenzó únicamente con tambores de candombe y luego incorporó otros instrumentos como guitarra o bajo, reversionó canciones como Color esperanza, de Diego Torres, Clara y La única voz de No Te Va Gustar.
Los privados de libertad pedían "otra, otra" cada vez que finalizaban una interpretación. El evento, que tuvo una duración de una hora y media, finalizó sobre las 11:30.
-
"No hay consuelo", dice la madre de Jonathan Otero a un año de que lo asesinaran en los festejos de Nacional
Macabro hallazgo en un bosque de Montevideo: buscaban hongos y encontraron huesos humanos
Los descubrieron con un arsenal, llegaron a un acuerdo y cumplirán el resto de la pena en libertad a prueba