La Nación/GDA
Hanukkah, también conocido en español como Janucá, es una de las celebraciones más importantes del judaísmo, y en este 2024, tuvo la particularidad de comenzar el 25 de diciembre, es decir, el mismo día en el que los cristianos celebraron la Navidad alrededor del mundo.
La celebración judía de Janucá significa “dedicación” y se trata de una festividad que dura ocho días, y tiene la finalidad de reafirmar los ideales del judaísmo. En esta ocasión, culmina el jueves 2 de enero de 2025.
La celebración inicia con el encendido de la primera vela del candelabro, lo que se repite consecutivamente en los hogares judíos durante siete noches hasta completar el encendido de las ocho velas.
Durante Janucá, también conocida como la fiesta de las luminarias, se recuerda la victoria del pueblo de los macabeos, que en el siglo II recuperó el Templo de Jerusalén, que había sido tomado por los helenos, el pueblo griego.
¿Qué se festeja en Janucá?
La festividad de Janucá recuerda la victoria de los macabeos sobre las fuerzas sirias y conmemora la nueva dedicación del Segundo Templo en Jerusalén, sucesos que se remontan al año 165 a. C. En aquellos tiempos, Palestina estaba bajo el poder de los seléucidas, un reino greco-sirio; en tanto que el monarca Antíoco Epífanes había impuesto la prohibición de las costumbres judías, promoviendo en su lugar el culto a los dioses griegos.
Tras la victoria judía en una lucha de tres años contra Antíoco, Judas Macabeo ordenó la restauración del templo. Luego de la purificación, el aceite que había solo para una noche duró ocho días, tiempo en el que prepararon más. Este evento es recordado en esta celebración con el encendido de velas cada noche, en memoria de ese “milagro”.

Las costumbres tradicionales de Janucá
De las varias costumbres de esta celebración judía, el encendido de la menorá o candelabro es una de las más importantes. Esta lámpara tiene nueve brazos, cuyas velas se colocan de derecha a izquierda, justo como se escribe el hebreo, pero se encienden de izquierda a derecha.
El ritual establece que al anochecer -que es cuando se inicia el día hebreo- debe prenderse una vela, el segundo día dos, y así sucesivamente hasta llegar a las ocho. Se enciende una luz más cada día porque se considera que se va ascendiendo en santidad.
Además de las velas, otra costumbre es cantar himnos especiales llamados Haneirot Halalu y Maoz Tzur e intercambiar regalos y disfrutar de recetas típicas, como las sufganiot (donas) y los latkes (tortitas de papa), en familia.