En el hall de la Torre Ejecutiva, gobernada por Yamandú Orsi desde el fin de semana, eran visibles ya este lunes los signos que dan cuenta de un cambio en la conducción del Poder Ejecutivo.
Además de las modificaciones formales delescudo de Presidencia, el personal de comunicación que durante los últimos años dialogó con la prensa a la entrada del edificio ya mostró sus nuevas caras —se hicieron presentes los experiodistas Martín Lees, Iliana Da Silva y Ernesto Tulbovitz, los dos primeros director y suibsidrectora de Comunicación, el último asesor presidencial— y tuvo lugar la primera rueda oficial con los medios presentes, a cargo del secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, quien adelantó gran parte de todos los nuevos lineamientos que llevará adelante el nuevo gobierno, en los más diversos temas.
Entre ellos, el jerarca se refirió a la conformación de los equipos de gestión de los entes y servicios descentralizados, para lo cual hacen falta mayorías de tres quintos en la Cámara de Senadores. Esto es algo en lo que el Poder Ejecutivo ya está trabajando, agregó Sánchez, que espera comenzar con el envío de las venias al Parlamento la "semana próxima".
La preocupación del nuevo gobierno tiene que ver con que, actualmente, "sigue estando el mismo directorio del gobierno que ya cesó en el caso de la istración Central", y por eso es que prevé que, antes de ponerse de acuerdo con la oposición en la cantidad "y calidad" de los cargos para fiscalizar la conducción de las empresas públicas y otros organismo, el Senado vote las designaciones de Orsi.
Esta intención del gobierno ya fue trasladada a todos los partidos de la coalición republicana, en la reunión de coordinación parlamentaria que convocó Carolina Cosse el pasado 17 de febrero —a la que también asistieron Sánchez y Jorge Díaz, prosecretario de Presidencia.
Lo incluido en las negociaciones por los cargos
En el horizonte próximo está también la negociación con la oposición para conformar todas las direcciones, un proceso que recién está iniciándose. El pasado viernes 28 de febrero, los partidos de la coalición republicana —que la forman blancos, colorados, independientes y cabildantes— elevaron el nuevo gobierno una contrapropuesta al planteo inicial de 34 cargos, los mismos que la istración de Luis Lacalle Pou había ofrecido al Frente Amplio cinco años atrás.
Y aquí es que comienzan las primeras diferencias. Porque a criterio de la oposición, que toma en cuenta los votos obtenidos en la elección de octubre, esos 34 cargos —que la izquierda recibió en 2019 luego de haber obtenido entonces el 39% de los sufragios, menos que el 47,5% que consiguió la coalición cinco años después— son insuficientes, y por eso es que en su respuesta sumó otros 15, e incluyó un "enfoque diferente" en la distribución, como señaló el excandidato nacionalista Álvaro Delgado a la prensa el pasado 24 de febrero, última reunión presencial entre las partes.
Por el lado del gobierno, se entiende que el argumento numérico es más que discutible. "La proporcionalidad no está arriba de la mesa", dijo a El País una fuente del Poder Ejecutivo. En primer lugar, porque si se toma como referencia el resultado del último balotaje, la actual oposición tiene una marcada desventaja respecto a lo que votó la izquierda en 2019 (ver recuadro). Pero además porque, entienden en Presidencia, la referencia de la votación en el Parlamento no fue tomado en cuenta a la hora de darle cargos al Frente Amplio entre 1985 y 1999.
Sea como fuere, la voluntad de ambas partes es llegar a un acuerdo, y la coalición espera que se le dé una respuesta a la lista enviada el viernes, en la que, según supo El País, se solicitó tener representación en el Instituto Nacional de Carnes (Inac), la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev), el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) y en las comisiones as del Río de la Plata y Salto Grande, entre otros.
El gobierno "tiene la pelota" en su cancha, al decir de alto dirigente de la coalición consultado por El País, y el intercambio —que se maneja con un gran hermetismo de ambos lados— continuará en los próximos días. De hecho, en la oposición esperan ser convocados a un nuevo encuentro para tener una primera devolución de la contrapropuesta esta semana, aunque desde la Torre Ejecutiva señalaron que no hay especial apuro en definir la situación.
El mensaje de Sánchez: "Orsi ganó por 100.000 votos"
En rueda de prensa, y consultado por las pretensiones de la coalición y su exigencia en base a los votos obtenidos el 27 de octubre, Alejandro Sánchez dijo que a su criterio esta discusión "no es un tema de números", y que ese mismo criterio aplicó el Frente Amplio cuando le tocó negociar los cargos desde la oposición.
"Ahora, Yamandú ganó el balotaje por 100.000 votos y Lacalle Pou lo había hecho por 30.000, ¿vamos a hacer cuentas en función de los votos?", se preguntó Sánchez, que insistió: "El problema es de calidad, y el gobierno de Orsi quiere que la oposición esté en los cargos para controlar y para proponer".
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