Autoridades se reunieron con la familia del joven asesinado en un procedimiento policial en su casa en Durazno

Desde la Jefatura de Policía local aseguran que la investigación "está avanzada" en Fiscalía, mientras que desde el sindicato sostienen que la muerte de Lucas Pedrozo podría haberse evitado.

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La madre de la víctima
La madre de la víctima.
Foto: captura de video/Durazno TV.

Redacción El País
En la mañana de este jueves autoridades de la Policía Nacional se reunieron con la familia de Lucas Pedrozo, un joven de 24 años que padecía trastornos mentales y que el pasado 12 de mayo fue asesinado en un procedimiento policial en su casa en Durazno.

La familia fue la que llamó a la Policía esa noche en la que el joven sufrió un episodio, esperando que los efectivos lo convencieran de ir a un centro hospitalario para su internación, pero el joven terminó muerto.

En la reunión de este jueves, las autoridades recibieron a la hermana de la víctima y al abogado de la familia, según dijo el jefe de Policía de Durazno, Gabriel Lima.

"Estuvimos hablando de toda la situación, de lo doloroso que es para todos los ciudadanos y pusimos todo el apoyo", aseguró Lima.

Tras este suceso, el Ministerio del Interior inició un sumario istrativo al funcionario policial que disparó a la víctima y la Fiscalía de 2do turno de Durazno comenzó una investigación. Para dar "garantías" al proceso, fue acordado que la Policía no realice ninguna indagatoria por esta investigación y que estas se hagan directamente en la sede de Fiscalía, según informó el jefe de Policía.

Según dijo Lima este jueves, la investigación "está avanzada", pero la Fiscalía aún aguarda por los resultados de la autopsia.

Podría haberse evitado

Desde la Coordinadora Nacional de Sindicatos Policiales (Conasip) optaron por no pronunciarse sobre este caso mientras permanezca en la Justicia. No obstante, su representante Rudeber Buela consideró este jueves que el operativo que culminó con la muerte del joven podría haberse abordado de otra manera.

"Nosotros decimos que quizás en ese tipo de intervenciones cuando llega la policía al lugar lo que tendría que haber existido es el abordaje y la llegada en simultáneo de equipos de salud", explicó Buela en diálogo con Arriba Gente (Canal 10).

Asimismo indicó que "se valoran demasiadas cosas cuando empieza a suceder un desborde de una persona, a veces consumidores de drogas problemáticos", ya que la violencia puede escalar y la persona puede incluso agredir a los efectivos. "Y esa incertidumbre que se genera en el procedimiento puede llevar a una defensa y a veces a una defensa impropia", sumó.

Además del apoyo médico, Buela también afirmó que el resultado podría haber sido distinto si el cuerpo policial contara con otro equipamiento. "Por ejemplo, con el caso de este muchacho capaz que de tener alguna pistola eléctrica o un taser se podría haber evitado la muerte. Pero no la tenemos, tenemos armas letales que a veces no llegan a equiparar la potencia de algunos tipos de delincuencia pero también nos faltan armamentos y entrenamiento para poder enfrentar este tipo de situaciones".

La versión de la familia

"Queríamos que vinieran como otras veces había venido la Policía, lo convencían y lo llevaban al Hospital y quedaba unos días internado" para estabilizarlo, declaró la madre de la víctima en diálogo con Durazno TV.

Pero la dinámica de esa noche fue distinta. Según declaró el padre del joven, uno de los efectivos policiales que actuó esa noche entró a la casa familiar armado y le disparó. Un tío de la víctima añadió a esto que al joven, estando ya esposado, lo pusieron de pie y le volvieron a disparar.

"Me pidieron permiso para entrar, pero esto no me lo imaginaba nunca que me lo iban a matar al gurí", lamentó la madre. "Lo sacaron boca abajo, esposado y cuando lo vi lleno de sangre me quería morir", añadió la mujer al recordar la manera en que se llevaron a su hijo.

Una de las hermanas de la víctima, que es enfermera, llegaba a casa en el momento en el que los efectivos se estaban llevando a Lucas. Al recordar esto, dijo haber visto que se lo llevaban "boca abajo" y sin hacerle presión en la herida. "Lucas llegó en shock al hospital", añadió entre lágrimas.

La respuesta que tuvieron por parte de la Policía fue que el joven estaba armado, pero la familia lo niega y asegura que lo que Lucas tenía en la mano era un cepillo de dientes y que si bien él insultó a los efectivos "nunca arremetió contra ellos".

"Hace una semana le tocó a Lucas, ¿el hijo de quién va a ser después?", se preguntó la madre. La familia aún espera el resultado de la autopsia del joven de 24 años y una respuesta de la Justicia.

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