Dos millones de páginas de chats, más testigos y apelaciones: ¿por qué la Fiscalía aún no cerró el caso Penadés?

La jueza Marcela Vargas otorgó a la Fiscalía la prórroga del plazo para acusar y ahora podrá investigar al exsenador y al profesor Mauvezín hasta octubre de 2025, el máximo legal.

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Juicio a Gustavo Penades
La fiscal del caso Penadés, Alicia Ghione, al ingresar a la audiencia realizada ayer.
Foto: Francisco Flores/El País.

Para convencer a la jueza Marcela Vargas de que les diera más tiempo para investigar, los fiscales del caso Penadés, Alicia Ghione y Federico Fascioli, expusieron nueve motivos. Fascioli especificó, por ejemplo, que tienen a estudio 1.821.530 de páginas de contenidos de celulares para analizar.

“Hay que leerlas, analizar qué es lo que se va a incorporar a juicio y esto lleva muchísimas horas de trabajo”, indicó el fiscal adscripto.

En febrero, el Tribunal de Apelaciones emitió una sentencia en la que revocaba el arresto domiciliario para Gustavo Penadés que había concedido la jueza Vargas y, en ese contexto, los ministros expresaron que se tornaba “imperioso” que la Fiscalía cierre la investigación en su contra y eleve el caso a juicio.

Pero, argumentaron los fiscales, este año se sumaron tres nuevas víctimas al caso —las identificadas con las letras N y O, y Javier Viana— y en 2024, luego de haber conseguido la prórroga hasta junio, se había sumado una más. “Ese factor externo de que aparecieran cuatro víctimas más obviamente implica nuevas investigaciones. Eso también se retrasó la investigación”, dijo Fascioli, y agregó que en el caso de Viana, este ni siquiera pudo declarar aún.

La situación de Viana la dio a concoer el libro Gustavo Penadés: dos caras de un hombre con poder, de los periodistas Carolina Delisa y Martín Tocar. Viana vive hace dos décadas en España y organizar su declaración desde allí implica todo un protocolo. Se debe hacer a través de organismos de Cooperación Internacional puesto que, para que la declaración sea válida, debe hacerse desde una sede judicial en España.

Por otra parte, el fiscal afirmó que aún falta recibir el resultado de la pericia psicológica de cuatro víctimas y que falta tomar las declaraciones de varios testigos. “Por lo menos” 15 policías —que formularon informes de utilidad para la causa—, también periodistas y varios familiares y amigos de las víctimas.

Además de las declaraciones en Fiscalía, falta que declare en sede judicial Federico Rodríguez, policía que fue condenado por la trama para “salvar” al exsenador. Esa toma de testimonio, dijo el fiscal, será extensa. Puesto que deberá leer los “cientos de chats” que intercambió Rodríguez con el exdirector del Comcar, Carlos Tarocco. “Seguramente la declaración dure más de un día”, estimó.

A su vez, agregó la Fiscalía, aún hay cuestiones que están a estudio del Tribunal de Apelaciones y sería “irresponsable” presentar la demanda acusatoria sin saber las resoluciones definitivas al respecto. A consideración están, por ejemplo, los nuevos cargos que la Justicia le imputó a Penadés hace dos semanas, que refieren a los delitos sexuales que habría perpetrado sobre las nuevas víctimas. Si el tribunal revocara esa imputación, explicó Fascioli, ellos estarían obligados a removerla de la demanda acusatoria. El segundo tópico que está a estudio de los ministros es si corresponde que las víctimas “N” y “O” tengan su identidad reservada o no.

Juicio por caso Penades
Gustavo Penadés y Sebastian Mauvezin en audiencia de juicio por imputación de cohecho calificado y asociación para delinquir.
Foto: Francisco Flores

Más allá de enumerar todo lo anterior, que está directamente vinculado a las tareas que les quedan por cumplir, los fiscales también hicieron énfasis en que la extensión de la investigación estuvo vinculada a que una causa que era por delitos sexuales “después devino en una investigación por delitos de corrupción”. “Esa trama ya quedó acreditada y eso es responsabilidad del imputado”, valoró Fascioli.

Por último, aclararon que —aunque eso no es imputable ni a Penadés ni a Mauvezín— su Fiscalía tiene otros 900 casos a estudio y eso demora el avance de esta causa. “No lo vamos a llevar al colmo de la culpabilidad, pero uno de los imputados aquí presente ha sido 28 años legislador, y son los legisladores quienes nos dan los recursos para investigar y la Fiscalía tiene magros recursos. No hemos tenido sentado a nuestro lado un equipo que nos ayude a analizar el contenido de los teléfonos, no tenemos sentado a nuestro lado un equipo que nos ayude en las estrategias de la investigación, no tenemos a nuestro lado sentado un equipo que nos analice las miles de páginas de numeritos de reportes de antena, de los celulares”, agregó Ghione, quien dijo que duermen “seis o siete horas” porque el resto se lo dedican al caso.

Su adscripto, Fascioli, consideró que se trata “de una causa extremadamente compleja”; incluso dijo que quizás sea “la más compleja que hay en este momento en el país”. Sostuvo que al investigar no pueden confiar ni en su propio equipo por “la corrupción que ha existido”.

Los argumentos de las defensa

Por la defensa del exsenador habló Laura Robatto, quien afirmó que el proceso en su contra ha sido “vindicativo” —"Inclinado a tomar venganza", según la RAE. Sostuvo, además, que en su contra han habido “manifestaciones casi de condena”, cuando la defensa todavía no tuvo posibilidad de presentar sus evidencias.

“Es una verdadera cacería de brujas al mejor estilo inquisitivo”, resumió, y agregó: “No es compleja la causa, la han complejizado los egos, que han desatado una guerra despiadada”.

A su vez, preguntó cuándo llegará el momento de su cliente de defenderse, puesto que cuando ellos han querido hablar sobre el fondo del asunto les dicen que es necesario esperar al juicio, “pero el juicio nunca llega”, porque “viven pidiendo prórroga”, argumentó.

Al final de la audiencia, Penadés se expresó ante la jueza y dijo —entre otras cosas— que los fiscales hablaban desde la "ignorancia" cuando se referían al presupuesto de la institución, puesto que cuando se votó el cambio de Código del Proceso Penal, él pertenecía al partido de oposición y no a sus impulsores.

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