EDUARDO CASANOVA | MÉDICO UCM
El tiempo de verano, que en nuestro país se asocia con la temporada de vacaciones, es un período propicio no sólo para el descanso sino para promover hábitos de dieta saludable. Ello se debe a la relativa mayor oferta de alimentos de estación, que contienen vitaminas y sustancias de efecto antioxidante.
Las vitaminas son sustancias que el organismo necesita y que no es capaz de sintetizar, por lo cual debe necesariamente de ingerir para mantener la vida y la salud. Si bien las vitaminas no producen directamente la energía, las calorías que el organismo utiliza (como lo hacen otros nutrientes, glúcidos, proteínas y grasas), actúan a nivel de las reacciones bioquímicas que permiten ese proceso. Ello explica por ejemplo, que los deportistas y quienes realizan un trabajo físico exigente tengan una necesidad relativamente mayor de vitaminas.
Las legumbres, cereales y frutas son los alimentos que aportan al organismo un contenido no meramente calórico, sino rico en vitaminas, tanto liposolubles o del tipo A como del tipo hidrosolubles o del tipo B, aunque debe recordarse que tanto la cocción de los alimentos como los medios de conservación de los mismos, pueden interferir con la utilización de su contenido vitamínico por el organismo.
Las vitaminas liposolubles (A, D, E, K), al disolverse en las grasas corporales, permite al organismo una reserva más prolongada de las mismas, que normalmente no se ve afectada sino por malos hábitos dietéticos crónicos. La vitamina A, que es un antioxidante natural, está relacionada con la hidratación de la piel y las mucosas y con la visión. La vitamina D regula la utilización normal del calcio y el fósforo, regulados por las glándulas paratiroides. La vitamina K se vincula con la coagulación de la sangre, permitiendo que el hígado pueda sintetizar un factor de coagulación fundamental como es la protrombina. Es importante el papel de las vitaminas A y C previniendo la ancianidad y mejorando la calidad de vida. El descubrimiento del papel de los "radicales libres" en el organismo, permitió jerarquizar el papel que cumplen las vitaminas al contrarrestar o "frenar" el efecto contraproducente, oxidativo, de estas sustancias.
¿Qué otras cosas aportan los alimentos?
Las mismas fuentes de vitaminas también aportan al organismo, entre otras cosas, minerales que son esenciales para mantener las funciones fisiológicas normales. Entre ellos se ha destacado recientemente al selenio por sus efectos anticancerígenos y protectores cardiovasculares.
¿Qué alimentos tienen vitamina E?
La vitamina E se encuentra principalmente en aceites vegetales, en gérmenes de trigo, en gérmenes de maíz, almendras, avellanas, nueces y maníes; también en legumbres como el repollo, el apio blanco, en las frutas y en las carnes de pollo y de pescado.
¿Dónde se encuentra la vitamina C?
La vitamina C está presente sobre todo en los citrus, como el limón y la naranja, y también en la guayaba, mango, kiwi y, en menor proporción, en el tomate, cebollas, repollo, y en verduras de hoja verde, sobre todo perejil y espinaca.