Un dispositivo que permite recolectar, pretratar y conservar residuos orgánicos de calidad, listos para ser transformados en biogás, biofertilizantes, o incluso raciones para mascotas.
Esta es la propuesta de Renaciti, una empresa creada en Carmelo, Colonia, por Julio Ariztia y Juan Manuel Salvagno, que busca innovar en la forma que se tratan los residuos a nivel hogareño, empresarial e industrial. Hoy el proyecto también cuenta con Jessica Figueredo, Joseline Ricca y Franco Rossi en su equipo.
El emprendimiento, que comenzó como un dispositivo para hogares hace unos ocho años, mutó con el tiempo hacia un servicio para empresas e industrias. «Más que un sistema de compostaje, somos una propuesta de economía circular que convierte desechos en recursos útiles y medibles», explicó Salvagno. Desde el inicio, el proyecto requirió una inversión de US$ 300.000 y hoy cuenta con el apoyo de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE).
Según el emprendedor, la clave de Renaciti es su innovador método WormBin que une varias tecnologías. «Es un aparato que cabe en un rincón, no huele mal, no atrae insectos y convierte los restos de comida en algo útil. No es que inventamos la rueda, juntamos varios procesos en un aparato, algo que nadie había hecho antes. El resultado es un proceso anaeróbico que elimina la urgencia de sacar la basura todos los días y deja subproductos listos para compost, biogás o incluso alimento para mascotas. Le permitimos a las empresas poder reciclar sin el problema de tener que sacar ese residuo en forma urgente. Lo podés sacar una vez por mes si querés», explicó.

Hoy el dispositivo está patentado en Uruguay, Chile, España y Francia y en proceso de aprobación en Argentina, Brasil y Paraguay.
Avance empresarial
Así como mutó el modelo de negocio, también lo hizo la forma de monetizarlo. En un inicio, Renaciti cobraba a sus clientes US$ 1.100 por mes por tener el aparato, pero luego cambiaron la ecuación, escucharon a los clientes y transformaron su apuesta. Ahora ofrecen el servicio por entre US$ 100 y US$ 300 mensuales, y otorgan el dispositivo en comodato, además de brindar capacitación y mantenimiento incluidos. «Estamos haciendo foco en que los ingresos sean a través del servicio a empresas, pero después que tengamos los subproductos (ver recuadro) la monetización también será por la revalorización de los residuos», dijo Salvagno.

Con su producto en pleno lanzamiento, la empresa ya tiene algunos clientes. Actualmente trabajan con Polticor y McDonald’s, procesando sus residuos orgánicos de manera eficiente y con trazabilidad. Además, durante este verano colaboró con la Intendencia de Paysandú con cursos y realizó una evaluación y diagnóstico de la gestión de residuos orgánicos para Montevideo Shopping.
El objetivo este año es cerrar con 50 o 60 clientes.
Para lograr ese crecimiento, la firma se apoyará en advisors y empresarios como Federico Baráibar de Pintura Suma, Sebastián Figuerón de Verdeaguay Florencia Álvarez, uruguaya radicada en Londres, quienes los asesoran en marketing y estrategia.
Los residuos que procesa Renaciti con su WormBin pueden tener un uso posterior. «Ya recuperamos más de 35 toneladas de residuos orgánicos de McDonald’s con un sistema de trazabilidad y clasificación con cero contaminantes inorgánicos. Es un caso de éxito en Sudamérica que permite enviarlo a compostaje para valorización final», dijo Salvagno. Actualmente trabajan en la estandarización del bioinsumo obtenido para asegurar su calidad nutricional y para elaborar raciones de mascotas.