Ciencias sociales

Lo radical y sus riesgos para la democracia: Javier Milei y el caso argentino en discusión

Una guía ciudadana para conservar la convivencia pacífica

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Acto politico de Javier Milei
Javier Milei
(Juan Mabromata/AFP/Archivo)

por Juan de Marsilio
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Al uruguayo medio le rechinarían, en boca de los políticos locales, discursos tan descalificadores como los de Donald Trump, Jair Bolsonaro o Javier Milei. No obstante proliferan en redes sociales. En el libro Desquiciados, un equipo de investigadores coordinados por el antropólogo Alejandro Grimson presenta los riesgos que esto implica para la estabilidad democrática. Porque este modo de hacer política, con énfasis en Argentina, es el que le toca vivir.
La premisa del libro es que la vida democrática implica tolerar el conflicto y la incertidumbre, pues ningún agente político tiene toda la verdad ni los medios para imponerla por la fuerza. Los autores ven como buena cosa los cuarenta años de democracia Argentina regidos por la vigencia y el avance de los derechos humanos, los partidos se asumen adversarios pero no enemigos, y las fuerzas armadas ya no son el árbitro de los conflictos sociales. Pero en ese lapso no se ha cumplido el sueño del Presidente Alfonsín: “Con la democracia no sólo se vota, sino también se come, se cura y se educa”. El largo descontento da espacio a propuestas radicales que prometen orden y certeza. Como se explica en uno de los artículos del libro, “esa apertura a la incertidumbre demostró ser un arma de doble filo: cuando las sociedades entran en crisis económica profunda (…) pueden llegar a rechazarla. Esta es la amenaza, a la vez paradójica y estructural, que sufren nuestras democracias.”.

Los distintos artículos estudian temas como las semejanzas y diferencias del liderazgo de Javier Milei con las derechas históricas de Argentina, el discurso descalificador hacia colectivos diversos (extranjeros, LGTBIQ+, beneficiarios de planes), el uso del insulto como herramienta política y el apoyo popular hacia esta nueva política, incluso entre las clases subordinadas.
No importa si el lector piensa que las categorías izquierda, centro o derecha están perimidas: hay que cuidar el estilo democrático, que además de un modo de elegir gobierno, es una forma de sociedad que hace posible la convivencia en paz y el sueño de un futuro mejor para todos. Conservadores, liberales, socialdemócratas o apolíticos, en tanto ciudadanos, deben cuidar las reglas de juego, pues quien siembra vientos recoge tempestades.

DESQUICIADOS, de Alejandro Grimson (compilador). Siglo XXI, 2024. Buenos Aires, 272 págs.

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