VIDA SANA

Para qué sirve el índice de masa corporal, cómo se mide y cuáles son sus limitaciones

El IMC es una de las métricas más utilizadas por médicos y nutricionistas para determinar cuál es el peso ideal de las personas.

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Mujer con balanza. Peso corporal. IMC.
Mujer con balanza y cinta métrica.
Foto: Freepik.

El peso corporal no es solo cuestión de estética. Para tener un cuerpo saludable, es importante tomar en cuenta la cantidad de grasa, la altura, la complexión, los líquidos que se están reteniendo y la masa muscular, entre otros aspectos. Una de las maneras más comunes de saber si estamos en nuestro peso ideal es calculando el índice de masa corporal (IMC).

¿En qué consiste el índice de masa corporal?

Según Tania Arauco, coordinadora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad de Ciencias y Humanidades (UCH), el índice de masa corporal es una medida que calcula la relación entre el peso y la altura de una persona para determinar si se encuentra saludable, por lo que se divide el peso en kilogramos por el cuadrado de su altura en metros (kg/m2).

Esta razón matemática fue propuesta por el estadista belga Adolphe Quetelet en 1832 y desde entonces es el índice antropométrico más empleado en todo el mundo.

Limitaciones del índice de masa corporal.

Para evaluar si una persona se encuentra saludable, es fundamental tomar en cuenta el nivel de actividad física, la dieta que tiene y la composición corporal general. En este sentido, el índice de masa corporal se presenta como una medida muy general.

“Es posible tener un cuerpo grande y estar sano, lo mismo que ser delgado y estar enfermo. Con el IMC se determina un peso saludable en relación con la altura de la persona", señala Arauco. Lo que tiene de bueno es que esta métrica "no se ajusta a los estándares de belleza que impone la sociedad y que muchas veces pueden atentar contra la salud, ya que son estereotipos poco realistas”, resalta.

Este índice, al basarse solo en el peso y la altura, tiene la limitación de no diferenciar entre masa muscular y grasa. Por este motivo, es importante que no se emplee de forma aislada. Por ejemplo, un deportista profesional no puede ser catalogado como obeso por presentar un IMC elevado, ya que en su caso no se trataría de grasa corporal, sino que tiene mucha cantidad de músculo en la composición total de su cuerpo.

La clave está en siempre acudir a un nutricionista, quien nos ayudará en la adopción de hábitos saludables y, además, será la persona encargada de realizar una adecuada evaluación integral para corroborar el estado actual de nuestra salud.

(Por El Comercio GDA)

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