Redacción El País
Cada vez más personas eligen sumar infusiones a su rutina diaria por sus múltiples beneficios para la salud. Algunas ayudan a controlar el apetito, otras colaboran con el manejo del colesterol, el azúcar en sangre, o incluso fortalecen huesos y defensas. Pero hay una planta en particular que se destaca por su versatilidad terapéutica: la salvia.

Esta hierba aromática, originaria del sur de Europa y común en la zona mediterránea, se ha utilizado desde la antigüedad con fines medicinales. Preparada como infusión, puede ser una aliada poderosa para la digestión, el descanso nocturno y el rendimiento mental.

El proceso es simple: herví agua y, una vez que llegue al punto de ebullición, retirala del fuego. Luego agregá las hojas secas de salvia (o una bolsita de té) y dejalas reposar entre cinco y diez minutos. Cuanto más tiempo repose, más se concentran sus propiedades. Se puede tomar sola o endulzada con un poco de miel natural.

Uno de los beneficios más conocidos de la salvia es su capacidad para aliviar problemas digestivos. Gracias a sus propiedades carminativas, ayuda a reducir la hinchazón, los gases y el malestar abdominal. Consumida después de las comidas, puede favorecer una digestión más liviana y sin sobresaltos.

La salvia también tiene efectos antisépticos y astringentes, lo que la convierte en un buen recurso natural para aliviar episodios de diarrea leve. Su acción ayuda a calmar la mucosa intestinal y puede colaborar con el control de bacterias que provocan este tipo de malestares.

Foto: Alan Levine, Flickr.

Otra de sus virtudes es su capacidad para aliviar la acidez y el ardor estomacal. En casos de digestiones pesadas o molestias gástricas, tomar una infusión de salvia puede traer alivio sin necesidad de recurrir a medicamentos.

La salvia posee compuestos que favorecen la relajación del cuerpo y la mente. Por eso, es ideal para quienes tienen dificultades para conciliar el sueño o sufren de insomnio ocasional. Tomarla antes de acostarse puede ayudar a generar un descanso más profundo y reparador.

Sus componentes antioxidantes y antiinflamatorios también tienen un impacto positivo sobre la función cognitiva. Se ha estudiado su efecto sobre la memoria y la capacidad de concentración, especialmente en personas mayores. Además, hay investigaciones que sugieren que la salvia podría contribuir al control del azúcar en sangre, del colesterol y al fortalecimiento del sistema inmune.

Incorporar la infusión de salvia a la rutina diaria no requiere grandes esfuerzos y puede generar mejoras reales en la salud digestiva, el descanso nocturno y el funcionamiento del cerebro. Como con cualquier planta medicinal, se recomienda no abusar de su consumo y consultar con un profesional si se toman medicamentos o se tiene alguna condición de salud previa.