La bebida casera rica en colágeno que mejora la piel, fortalece uñas y cuida la salud intestinal

Un caldo hecho con huesos y agua puede convertirse en un potente aliado natural para mantener la piel firme y mejorar el estado del sistema digestivo, las uñas y el cabello.

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Caldo de huesos.
Foto: Pexels.

Redacción El País
En el mundo de la nutrición y el bienestar, pocas recetas tradicionales han recuperado tanto protagonismo como el caldo casero de huesos, una preparación sencilla que no solo aporta sabor y calor en invierno, sino también beneficios reales para la piel, las articulaciones y el sistema digestivo.

Este caldo concentra una gran cantidad de colágeno, una proteína fundamental para mantener la estructura y elasticidad de la piel, así como para proteger la salud ósea, articular e intestinal. Si bien nuestro cuerpo produce colágeno de forma natural, con el paso del tiempo esa producción va disminuyendo, y es por eso que incorporarlo desde la alimentación se vuelve cada vez más importante.

Qué es el colágeno y por qué lo necesitamos

El colágeno es la proteína más abundante del cuerpo humano, responsable de dar firmeza y flexibilidad a tejidos como la piel, los cartílagos y los ligamentos. Con la edad, su producción baja, lo que se traduce en arrugas, flacidez, debilidad articular o pérdida de masa ósea.

Por eso, una alimentación que favorezca la síntesis de colágeno, o que directamente lo aporte, puede marcar una diferencia. Algunos alimentos ricos en vitamina C, como el kiwi, la naranja o la frutilla, ayudan a generar colágeno de forma natural. Otros, como el pollo, el tomate o el brócoli, también colaboran en ese proceso.

Pero si se busca un aporte directo y concentrado, el caldo de huesos es una de las formas más eficaces y naturales de obtener colágeno.

El caldo de huesos tiene múltiples beneficios para la salud.
Plato de sopa
Foto: archivo

Cómo preparar caldo casero de huesos

Para esta receta solo se necesitan dos ingredientes básicos:

  • 1 kilo de huesos vacuno (también pueden usarse huesos de pollo)
  • 2 litros de agua

Paso a paso:

  1. Lavar bien los huesos.
  2. Colocarlos en una olla grande y cubrir con los 2 litros de agua.
  3. Llevar a ebullición. Cuando rompe el hervor, bajar el fuego al mínimo.
  4. Cocinar a fuego bajo durante al menos 8 horas (cuanto más tiempo, mejor se extrae el colágeno).
  5. Colar, dejar enfriar y conservar en la heladera.

Se puede tomar una taza por día, ya sea caliente o fría. Con el correr de los días se pueden notar mejoras en la firmeza de la piel, el brillo del cabello, el fortalecimiento de las uñas y una mayor sensación de bienestar intestinal.

Otros alimentos que aportan colágeno

Además del caldo de huesos, hay otros caminos naturales para incorporar esta proteína:

  • Frutas con vitamina C: cítricos, frutillas, moras, kiwi.
  • Verduras como el brócoli, espinaca y tomate.
  • Carnes con tejido conectivo, como el pollo con piel o el osobuco.
  • Gelatina natural, preparada sin azúcares ni aditivos.

Y si bien no reemplaza una buena alimentación, el uso de cremas con colágeno —como las de aloe vera— también puede sumar para hidratar la piel y calmar irritaciones.

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