Redacción El País
El orégano es una hierba ampliamente utilizada en la gastronomía, pero más allá de darle sabor a las comidas, su infusión se ha ganado un lugar en la medicina natural por sus múltiples beneficios.

Rica en compuestos antioxidantes, vitaminas y minerales esenciales, esta bebida es una aliada para la digestión, el sistema inmunológico y la salud en general.

• Mejora la digestión: Favorece la producción de enzimas digestivas, aliviando molestias como hinchazón y gases.
• Fortalece el sistema inmunológico: Sus propiedades antimicrobianas ayudan a prevenir infecciones y refuerzan las defensas del organismo.
• Propiedades antioxidantes: Gracias a sus compuestos fenólicos, combate el envejecimiento celular y protege el cuerpo del estrés oxidativo.
• Alivio para problemas respiratorios: Es útil para despejar las vías aéreas y aliviar la tos en casos de resfríos y congestión.
• Efecto antiinflamatorio: Contribuye a reducir inflamaciones leves, como dolores musculares o molestias articulares.
• Reguladora del ciclo menstrual: Se le atribuye la capacidad de aliviar síntomas premenstruales y favorecer un ciclo más regular.

Foto: Thomas Then, CC BY 3.0 , via Wikimedia Commons

Incluir esta infusión en la dieta es una forma sencilla de aprovechar sus beneficios a largo plazo. Su fácil preparación la convierte en una opción accesible para mejorar la digestión, reforzar las defensas y combatir el estrés oxidativo.

Prepararla es muy simple: solo hay que hervir agua, agregar una cucharadita de orégano seco y dejar reposar unos minutos antes de beber. Además, consumirla por la noche puede favorecer la relajación y mejorar la calidad del sueño, convirtiéndola en un aliado natural para aliviar la ansiedad y el estrés diario.

Incorporar el orégano en infusión es una decisión saludable y accesible, ideal para quienes buscan mejorar su bienestar con alternativas naturales y efectivas.