En los alimentos destacados de cada mes, las mandarinas pican en punta por estos días. No hay fruta más mágica: sencilla de transportar, perfuma todo a su paso y es capaz de generar ese contraste dulce y ácido a la vez.

Podría decirse que las mandarinas la golosina natural del invierno, un dulce que a muchos nos remonta a la infancia y por qué no a las tardes al sol.

Estamos en la época del año ideal para consumir mandarinas y por estos días su oferta es abundante y a precio accesible. Y para los nutricionistas es una aliada fundamental a la hora de promover el aumento del consumo de frutas.

Detrás de la naranja, el pomelo y el limón, la mandarina sería la hermana menor en la familia de los cítricos. Si bien parece sencilla y que son todas iguales, existe un mundo detrás de ellas: se trata del cítrico con mayor cantidad de variedades y cruzas.

Podemos destacar en Uruguay tres especies: las satsumas, las criollas y los híbridos. Conociendo un poco de fechas y afinando la vista al momento de la compra, podemos encontrarlas y aprovecharlas de la mejor manera.

En marzo empiezan a llegar desde el norte del país las mandarinas de cáscara verde, que son las de la variedad “satsuma”. Son fáciles de pelar, sin semillas y con un sabor que gana adeptos en los más chicos de la casa. Se caracterizan por madurar desde adentro, toman un sabor delicioso, aunque por fuera la cascara diga lo contrario. Existen subvariedades dentro de las satsumas que son las que prevalecen en abril y partes de mayo.

En mayo tenemos otro tipo de mandarina cuya fruta es de forma más redondeada y de cáscara más roja. Son las famosas “clementinas”. Se diferencian de las satsumas porque tienen más perfume y si bien su nivel de azúcar es más alto, a la vez son ácidas. Pueden tener algunas semillas.

Así llegamos a junio y aparece la “criolla" o mandarina común. Tienen una cáscara fácil de pelar, color amarillo-naranja y buen contenido de jugo. Podemos encontrarlas en feria y puestos con los nombres: “común”, “avana”, “clemendor”, “montenegrina” o “salteñita”. Por lo general, son más acidas que las satsuma o clementinas.

Dentro de este subtipo, están las de cáscara pegada, que cuesta tanto despegar que terminás enterrándoles las uñas para poder separarla (lo que disgusta a muchos por el olor que deja en las manos).

Finalmente, en julio llegan las primeras partidas de la mandarina “Ellendale”. Es la mandarina achatada, con la piel bien lisa y de color naranja intenso y uniforme. Es muy jugosa, con muy buenos niveles de azúcar y acidez, fácil de pelar y, al igual que las Clementinas, puede tener algunas semillas. Es la que ya encontrás en más proporción en la feria.

Vale la pena aprovechar que estamos en plena temporada de esta fruta para incorporarla al día a día, en recetas dulces y saladas.

Con la mandarina se preparan los mismos postres que con naranjas, pero con menos cantidad de azúcar. Los gajos son ideales para decorar postres, también podemos preparar salsas para acompañar carnes, aves y pescados o integrarlas al natural en ensaladas, combinadas con vegetales.

En cuanto a sus beneficios, son una gran fuente de vitamina C: comiendo dos mandarinas aportás un 40% de la vitamina C que precisas a diario (dos medianas equivalen a una naranja grande en contenido de esta vitamina). Su aporte en esta vitamina puede ayudar a prevenir gripes y resfriados, y a lucir una piel y un cabello saludable.

Es menos ácida con respecto a otros cítricos y las personas que tienen problemas digestivos (acidez) pueden tolerarla mejor. Por su contenido en fibra y vitamina C, favorece la actividad intestinal (evita el estreñimiento) y potencia la sensación de saciedad.

La mandarina hidrata, es ideal para el invierno cuando tomar agua nos cuesta más, Contiene 88% de agua, no aporta ni grasas ni proteínas y los azúcares que presenta son muy pocos. Además de excelente fuente de micronutrientes como la vitamina C, aporta minerales como el potasio y la fibra, que la hacen perfecta para una dieta saludable. No aporta sodio y por este motivo siempre se recomienda el consumo de frutas y verduras en la dieta para reducir el consumo de sal.

Son fáciles de transportar y pelar, lo que la hace más práctica, ya que no requiere de ningún instrumento cortante, ni esfuerzo para saborearla. Por eso van tan bien como opción de colación en el trabajo, para los chicos en los recreos del colegio o universidad. A los más pequeñitos de la casa se les puede dar en gajitos, eso sí es importante pelarlos y quitarles los filamentos blancos y semillas.

La mandarina es ideal para consumirla como fruta, pero si te animás a la cocina te dejo unas recetas para incorporarla de manera diferente a tu menú.
 

Budin esponjoso de mandarina

Ingredientes:
3 huevos.
4 cucharadas soperas de azúcar mascabo (o común o unos 10 sobrecitos de edulcorante).
1/3 taza de aceite.
2 mandarinas.
1 taza y 1/4 de harina integral.
1 cucharada de polvo de hornear.

Procedimiento:
Cortás y exprimís una de las mandarinas. La otra la usás entera pero sin semillas (con la cáscara).Colocás en una licuadora el jugo de la mandarina, la otra con su cáscara, el aceite, huevos y azúcar o endulzante. Licuás hasta que quede una mezcla homogénea. Pasás a un bowl y agregás harina y polvo de hornear. Integrás con movimientos envolventes. Colocás la mezcla en una budinera preaceitada y llevás a horno precalentado a 180-200°C durante unos 40 minutos aprox. o hasta que al introducir un cuchillo salga seco. Esperá a que se enfríe y listo. Podes hacerle topping de almendras o con chispas de chocolate.

Muffins de mandarina y chía (18 muffins)

Ingredientes:
2 mandarinas peladas sin semillas.
3 huevos.
1 cda de esencia de vainilla.
200 cc de aceite neutro.
1/3 taza de azúcar mascabo + 1 cda de stevia liquida o 1 taza de azúcar o 2 cucharadas de stevia.
Jugo de 1 limón.
1 taza de harina leudante + 1 taza de harina integral (reemplazable por 2 de integral + 1 cda de polvo de hornear).
3 cdas de semillas de chía.

Procedimiento
Mezclar las harinas con las semillas. Por otro lado licuar el resto de ingredientes que luego integrarás con movimientos envolventes a las harinas y semillas. Aceitar una muffinera y verter la preparación. Llevar a horno medio por 40 min aprox. (al introducir un palillo el mismo debe salir limpio).

Nutridetalle: Podes hacerle toppings a los muffins probando a mezclar queso untable descremado con un chorrito de edulcorante líquido y un poco de coco rallado, o almendras laminadas… delicioso!

Mousse de mandarina

Ingredientes:
1 taza jugo de mandarina.
1 sobre gelatina sin sabor.
1 yogur natural descremado.
1 mandarina.
Hojitas de menta.

Procedimiento:
En 1/2 taza de agua caliente agregás la gelatina y la mitad del jugo, mezclás y dejás reposar. Cuando empiece a espesar ligeramente, y antes de que cuaje, batís hasta que duplique el volumen, incorporando poco a poco el resto del jugo mezclado con el yogur. Repartís la mousse en 4 copas y déjala reposar 3-4 horas, hasta que esté cuajada.

Para decorar: Pelá la mandarina, separa los gajos y retírales las pielcitas. Lavá unas hojitas de menta y sécalas. Decorás con los gajos y las hojitas.