Redacción El País
Cuando el azúcar en sangre se eleva de forma crónica, puede desencadenar serias consecuencias. Saber qué alimentos contribuyen a estos picos es clave para evitar enfermedades como la diabetes tipo 2 y proteger la salud a largo plazo.
La hiperglucemia sostenida —o sea, durante prolongados lapsos de tiempo— puede causar:
- Neuropatía: afecta los nervios periféricos, provocando dolor y pérdida de sensibilidad.
- Nefropatía: deteriora la función renal, pudiendo llevar a insuficiencia.
- Retinopatía diabética: daña los vasos sanguíneos de los ojos, aumentando el riesgo de ceguera.
- Mayor probabilidad de infartos y accidentes cerebrovasculares.
Estas complicaciones no solo reducen la calidad de vida, sino que pueden ser irreversibles si no se controlan a tiempo.
Prevención: hábitos clave
Para mantener niveles estables de glucosa, se recomienda:
- Ejercicio regular: mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a regular el azúcar en sangre.

- Manejo del estrés: técnicas como meditación o yoga evitan picos de glucemia por estrés emocional.

- Chequeos médicos periódicos: permiten detectar alteraciones tempranas y actuar a tiempo.Foto: Freepik.
El papel crucial de la alimentación
La dieta es una herramienta poderosa para controlar la glucosa. Los carbohidratos, al digerirse, se convierten en azúcar en sangre, pero no todos actúan igual:
- Carbohidratos complejos (integrales, legumbres, vegetales): se absorben lentamente, evitando picos bruscos.
- Carbohidratos simples (azúcares refinados, harinas blancas): se digieren rápidamente, disparando la glucemia.
Alimentos que elevan el azúcar en sangre
Algunos de los más perjudiciales incluyen:
- Pan blanco, arroz blanco y pasta refinada: pierden su fibra en el procesamiento, favoreciendo una absorción rápida de glucosa.
- Bebidas azucaradas (gaseosas, jugos industriales): contienen altas dosis de azúcar que elevan la glucemia casi de inmediato.
- Golosinas y pastelería industrial (galletas, tortas, postres): combinan azúcares refinados y grasas poco saludables.
- Cereales azucarados: A pesar de su marketing "saludable", están cargados de azúcares añadidos.
- Snacks procesados (papas fritas, galletitas): ricos en carbohidratos refinados y bajos en nutrientes.
Conclusión
Elegir alimentos integrales, reducir los ultraprocesados y mantener un estilo de vida activo son pasos esenciales para prevenir desequilibrios glucémicos. Pequeños cambios en la dieta pueden marcar una gran diferencia en la salud presente y futura.