Para prevenir el deterioro cognitivo es importante mantener el cerebro activo y ejercitado. No obstante, también existen ingredientes de origen natural que ayudan a mejorar capacidades cognitivas como la memoria. Algunos de ellos son el ginko biloba, la jalea real, la salvia en infusión y la lecitina de soja.
Ginko biloba
Esta planta, considerada una de las más antiguas del planeta, podría favorecer el suministro de oxígeno al cerebro, impulsando la producción de adenosín trifosfato (ATP), esencial para que las células generen energía. También contiene antioxidantes que podrían limitar el desgaste de las neuronas y contribuir al mantenimiento diario de las funciones cerebrales.
Infusión de salvia
La salvia puede actuar sobre los lípidos presentes en el sistema nervioso, protegiéndolos de la oxidación. Esto podría ser beneficioso para conservar la memoria en condiciones adecuadas. Ciertas investigaciones han indicado que su extracto podría potenciar el rendimiento mental de forma segura. También se le atribuye la capacidad de reducir los niveles de acetilcolina, sustancia química cerebral relacionada con la memoria, lo que puede resultar útil para quienes enfrentan enfermedades como el Alzheimer.
Jalea real
Conocida por sus múltiples aplicaciones, la jalea real contiene un ácido graso llamado 10-HDA que podría estimular las funciones cognitivas. Su alto contenido de fosfolípidos también estaría relacionado con la mejora de la memoria a corto plazo y otras capacidades mentales.

Lecitina de soja
Este compuesto vegetal cuenta con fosfatidilserina en grandes cantidades, una sustancia que se absorbe con rapidez en el cerebro y podría apoyar el mantenimiento de la memoria y del rendimiento intelectual. Además, puede contribuir a frenar el descenso de la actividad cerebral asociado al paso de los años.
Cuatro ejercicios de neurociencia para mejorar la memoria
De la misma manera que el cuerpo necesita movimiento para conservarse en condiciones óptimas, el cerebro requiere estímulos constantes para conservar sus habilidades. La neurociencia ha identificado ejercicios concretos que favorecen el rendimiento mental y contribuyen a ralentizar el deterioro asociado a la edad.
- Memoria visual: identificar y recordar detalles. Una forma efectiva de trabajar la memoria inmediata consiste en observar una imagen con distintos elementos durante medio minuto. Tras ese tiempo, se retira la imagen e intenta recordarse lo observado.
- Escritura con la mano que no se usa habitualmente. Cambiar la mano con la que se escribe puede parecer un reto simple, pero en realidad genera nuevas conexiones neuronales.
- Retención de secuencias. Otra estrategia útil para fortalecer la memoria de trabajo consiste en observar una serie de números, imágenes o palabras por unos segundos y luego intentar repetirlos en el mismo orden.
- Variar las actividades diarias. Cambiar aspectos simples de la vida cotidiana puede generar un impacto positivo en el funcionamiento cerebral. Acciones como elegir una ruta distinta para desplazarse, reorganizar los objetos del hogar o cepillarse con la otra mano obligan al cerebro a adaptarse a situaciones nuevas.

A estos ejercicios se les puede sumar una alimentación balanceada, actividad física frecuente y mantener vínculos sociales activos. La combinación de estos factores puede contribuir a conservar la memoria y prevenir el deterioro progresivo de las capacidades mentales.
María Camila Salas Valencia, El Tiempo/GDA