Redacción El País
En el mundo de los remedios caseros y naturales, el té de jengibre con limón ocupa un lugar privilegiado. Esta bebida, tan sencilla como poderosa, ha ganado popularidad por sus efectos positivos sobre la salud. Tanto el jengibre como el limón aportan nutrientes que ayudan al organismo a defenderse de distintas afecciones, y juntos potencian sus propiedades curativas.

Incorporar esta infusión a la rutina diaria —especialmente en épocas frías o de cambios de estación— puede ser una buena estrategia para fortalecer el sistema inmune, aliviar malestares digestivos y favorecer procesos depurativos del cuerpo.

El jengibre es conocido desde hace siglos por sus efectos antiinflamatorios y digestivos. Contiene gingerol, un compuesto activo que ayuda a reducir la inflamación y puede aliviar dolores articulares o musculares. Por su parte, el limón es rico en vitamina C, antioxidantes y ácidos naturales que fortalecen las defensas y ayudan a depurar el organismo.

Juntos, estos dos ingredientes actúan como un tónico natural que puede colaborar con:

• Reducir inflamaciones: especialmente en articulaciones o tejidos blandos, gracias al gingerol.
• Fortalecer el sistema inmune: por la acción de la vitamina C del limón y las propiedades antimicrobianas de ambos.
• Mejorar la digestión: el jengibre estimula la producción de enzimas digestivas, lo que reduce la hinchazón y los gases.
• Aliviar náuseas: ideal para quienes sufren mareos, malestares estomacales o efectos secundarios por medicamentos.
• Aportar efectos desintoxicantes: estimula la función hepática y renal, y ayuda a equilibrar el pH del cuerpo.
• Favorecer el metabolismo: el jengibre tiene un leve efecto termogénico que puede ayudar en procesos de control de peso.
• Descongestionar las vías respiratorias: alivia síntomas de gripes, resfriados y dolor de garganta.
• Combatir los radicales libres: ambos ingredientes contienen antioxidantes que protegen las células y previenen el envejecimiento prematuro.

Hacer esta infusión es muy simple. Solo se necesita:

• 1 o 2 rodajas de jengibre fresco
• El jugo de medio limón
• Agua caliente
• Miel (opcional)

Se coloca el jengibre en agua hirviendo, se deja reposar unos minutos, y luego se agrega el jugo de limón. Se puede endulzar con una cucharadita de miel si se desea.

Se recomienda tomarlo recién hecho, por la mañana o durante el día, en una cantidad moderada —no más de dos tazas diarias— para aprovechar sus efectos sin sobrecargar el organismo.

A pesar de ser una infusión natural, no está exenta de contraindicaciones. Personas con problemas gástricos como gastritis o úlceras, así como quienes estén embarazadas o bajo tratamiento médico, deberían consultar previamente con su profesional de confianza antes de incorporar este té de forma habitual.

Como siempre, lo ideal es que estas prácticas saludables acompañen una alimentación equilibrada, buenos hábitos de descanso y actividad física regular. El té de jengibre con limón puede ser un gran aliado, pero no reemplaza tratamientos médicos ni soluciones personalizadas.